Hay temas que son preferibles ser compartidos por expertos, es por eso que hoy quiero presentarles a una mujer que admiro, respeto y aprecio mucho. Iliana Renteria es muy conocida en el valle por su trabajo y labor altruista. Confío en que este artículo les ayudará con el tema tan complejo de salud mental, tanto como me ayudó a mi.
Lo que sigue es escrito por ella.
La salud mental es mucho más que la ausencia de enfermedad. El bienestar mental no es únicamente un diagnóstico, o la ausencia de un diagnóstico, es una forma de vida. Es el círculo que te rodea, las actividades que realizas, la rutina que sigues, y tu componente genético e interior. La salud mental son todas y cada una de las decisiones conscientes e inconscientes que tomamos para proteger nuestra mente, nuestras emociones, y las de aquellos que amamos. Y todos podemos promoverla, darle prioridad y buscar su equilibrio desde nuestra realidad.
Piensa en aquello que te da paz, calma, que te inspira, que llena tu alma, pero también en lo que te hace fuerte y resiliente. Piensa en el camino que has recorrido, y en los retos que has superado. Eso es salud mental. Las herramientas que has utilizado para llegar al punto en el que te encuentras, y los mecanismos que tu mente desarrolló, con o sin ayuda, para afrontar desde tus alegrías hasta tus más profundas tristezas y tus miedos. Todo eso está envuelto en la salud mental.
Con la pandemia, se hizo evidente que todos y todas necesitamos las herramientas necesarias para manejar lo imprevisto y lo incierto, y que todos enfrentamos retos de bienestar mental. Pues, el estrés extremo, los conflictos familiares, las relaciones mal elaboradas, la enfermedad e incluso la presión del día a día pueden terminar por desbordarse si no aprendemos a ponerlas en perspectiva y a trabajar nuestras emociones adecuadamente.
Hoy más que nunca buscamos la conexión humana, valoramos la familia, nuestro tiempo y nuestro círculo cercano para apoyarnos, y así — tal vez sin saberlo — estamos priorizando y buscando herramientas para proteger nuestra salud mental.
Actualmente formo parte de una campaña de bienestar mental que está por ser lanzada en nuestro valle enfocada en la prevención, desestigmatización, y la detección de los síntomas principales cuando alguien está perdiendo el equilibrio de su salud mental. Soy afortunada pues además, puedo guiar y apoyar diversas campañas e iniciativas cercanas a mi corazón con diversas organizaciones a lo largo del valle y del estado.
En medio de la pandemia, de manera orgánica y como parte de nuestra necesidad humana por conectar y compartir, nació el grupo Emergencias y Recursos Aspen a Parachute (antes Coronavirus y Emergencias) en Facebook. Un grupo voluntario diseñado para mantener un canal de comunicación inmediato con nuestra comunidad pero también un medio para conectarles con los recursos disponibles. Desde su creación no ha habido un día en que no reciba mensajes solicitando información sobre medidas de prevención contra COVID, sitios de pruebas, centros de vacunación, ayuda financiera, alimentos, ayuda legal y por supuesto, sobre salud mental.
Es a través de este canal y de mis propias redes sociales donde intento conectar a mi comunidad con los recursos a su alcance, pero también con herramientas de prevención y cambios en estilos de vida de una manera que resuena y es relevante.
Cuando elegí la psicología como profesión en mi país natal, ya vislumbraba que la salud mental es un tema complicado que necesita abordarse desde diferentes frentes, quería desde mi experiencia profesional poner mi granito de arena. Como parte del sistema de salud en México, aprendí bien que la salud mental es un proceso. Y que aun con especialistas al alcance de una llamada telefónica, el encontrar la modalidad de tratamiento apropiada, la terapeuta de confianza, el medicamento preciso en la dosis correcta, al alcance de tu bolsillo, nunca fue cosa de un día o un mes. Si a eso le sumamos los cambios de comportamiento, entorno y rutina necesarios, la salud mental se vuelve un camino largo, concienzudo, y un trabajo en equipo. Todo esto puede ser especialmente complejo en comunidades pequeñas y geográficamente aisladas como la nuestra.
Por esas razones es un gusto estar certificada como instructora de Primeros Auxilios para la Salud Mental y he tenido la satisfacción de llevar a cabo incontables talleres en inglés y en español en los condados de Pitkin, Eagle, Garfield y Mesa.
Hoy puedo apoyar esta causa desde mi propio rol y perspectiva, como espero que cada quien lo haga desde su trinchera.
Porque la salud mental es mucho más que un “yo”, que la genética, que un diagnóstico o la falta de él. Es el bienestar en uno mismo. La capacidad y certeza de poder afrontar los retos del día a día, el auto poder de decisión y de poner límites, el dejar ir el pasado y dejar llegar el futuro sin aprehensión. La tranquilidad en tus relaciones, pero sobre todo en tu interior y tu mente. Es cultivarte desde adentro, cuidar de tu jardín interno y florecer. Es pedir y recibir ayuda profesional cuando lo necesitas. Es un proceso de todos los días.