Cuatro casos de violencia doméstica por día, que hacen un promedio de ciento cuarenta y tres casos al mes. Esto según un reporte de un muy conocido periododico en Denver. Estas cifras detallan los casos de la zona metropolitana. A lo que me di a la tarea de buscar estadísticas en nuestro valle, todo para hablar de esto en Octubre, que es el mes que se conciencia sobre la violencia intrafamiliar. Pero espere a Noviembre para escribir sobre este tema tan sonado en Octubre. Al llegar la nieve, todos volvemos a nuestras vidas diarias, hasta que escuchamos en las noticias de que otra mujer perdió la vida, o vemos en redes sociales que algún conocido fue llevado a la cárcel por cometer el crimen de tomar poder sobre su pareja.

Hoy quiero tocar las fibras de este tema y desglosarlo, es por eso que no usaré estadísticas como números, sino que contaré la historia que esconden algunos de esos números. 

Aunque la conciencia es importante, no basta con estar consciente de un problema. Estas fueron las palabras de mi hija de diecisiete años al hablar del tema en casa, como cada Octubre lo hacemos. Esta frase tiene sentido, no por saber más de un tema te vuelve un experto, incluso por otra parte los narcisistas estudian a sus víctimas para saber cómo manipularlas. 

Comencemos por partes, el amor no lastima, y no, ¡Tu no hiciste nada que merezca que alguien te castigue! Si escuchas la frase “tu me haces que yo actúe así”, es una bandera roja y te recomiendo pedir ayuda. Es por eso que necesitamos conocer nuestros límites, qué es lo que no tolero, y que es lo que para mi ya es abuso. La relación de tus padres o tus abuelos fue creada en otro momento. A pesar de que vemos esos casos como ejemplo, no debemos olvidar que ellos son terceras personas en nuestra relación. Una jovencita me contaba que ella pensaba que su relación era complacer y obedecer a su novio, ya que eso creció viendo toda la vida por parte de sus abuelos, hasta que el tipo terminó dañando mucho emocionalmente y económicamente. Por eso, ella decidió tener en claro que acepta y que no acepta del comportamiento de una pareja. Es decir, si hace algún tipo de comentarios negativos sobre tu vestimenta o maquillaje, para esta joven era un total no, no hay una siguiente cita.

Otro jovencito me contaba que prefería no entrar a una relación hasta estar bien seguro de que tenían los intereses y metas en la vida bien definidos. Es decir, los dos tenían un plan de vida con expectativas. Ya que él había pasado una relación donde su ex novia tenía celos de todo mundo, lo que lo llevó a aislarse de su familia y de sus amistades, creando problemas de autoestima y depresión. 

En algún momento, tuve una conversación, tipo-debate, con un hombre que decía guiarse por la biblia, y que allí se mencionaba que la mujer se debía someter a su esposo, a lo que respondí: en la misma Palabra dice esposos amen a sus esposas. No podemos utilizar solo lo que nos gusta de la Verdad. Es normal para mi el tener confrontaciones así, pero intento buscar el balance para poder debatir, ya que en varias ocasiones se me ha dicho “hormonal” o “estas en tus días”, algo que me parece desagradable, ya que utilizar la biología de mi cuerpo para desacreditarme deja mucho que desear de la otra persona. 

Faltas de respeto como estas me llevan a pensar que no hemos hecho lo suficiente para que el respeto a cada individuo sea otorgado.

¡Y bueno! Ya ni hablar del típico caso del amigo o amiga que comparte las fotos de su pareja o que habla de su intimidad. Ese afán de compartir todo en redes sociales sin que ambos estén de acuerdo.

Otro de lo que a menudo escucho es: ella está dañada (loca) porque todas sus parejas la han dejado; ella tiene la culpa de seguir con puros hombres violentos. Pese a que hay verdad en el proceso de la sanación, también pongamos a la luz el que en este siglo sobreabundan hombres violentos. Que ¿en qué momento ponerle la mano encima a una mujer los hace “hombres”?

Claro, hay casos en los que son las mujeres las que abusan a su pareja, desde económicamente hasta físicamente, y el hombre gracias a la cultura de machismo no se atreve a pedir ayuda ya que ”deja de ser hombre”. 

No voy a parar de hablar de este tema, hasta ver que todos tomemos manos en asunto, así que, ¿Qué vamos hacer con el conocimiento que ya tenemos? ¿Qué es lo que yo puedo cambiar en mi, en mis hijos y en mis amistades? 

No hablemos del tema solo en Octubre, actuemos para mejorar, durante todo el año. 

Si necesitas ayuda llama a Response (970) 920-5357 o a Advocate SafeHouse (970) 945-2632. Pero, sobre todo, no temas llamar al 911.