Volver a lo Esencial: Triny Rochin

En la entrega anterior, tratamos el tema de la resolución de conflictos en la familia, en esta ocasión abordaremos un conflicto interno muy común, existe en todas partes y afecta a toda clase de personas, la soledad. Estudios realizados han sugerido que el ambiente familiar es un factor crucial en lo vulnerable que un individuo es a la soledad emocional. Por esa razón, dedicaremos este espacio para informarle que es la soledad emocional, cuáles son algunos de sus síntomas, sus posibles causas y sobre todo, dar una respuesta a esta problemática.
Primero que nada, hay una diferencia entre estar a solas y sentirse solo. Uno puede experimentar soledad aún cuando está rodeado de muchas personas, son dos cosas muy diferentes. Estar a solas es un estado físico, esta puede ser una experiencia positiva, puede ser un tiempo de descanso o quietud tanto para el cuerpo como para el alma. Por otro lado, sentirse solo se refiere a un estado emocional.
La soledad emocional, según el Dr. Gary Collins, es “la dolorosa percepción de que carecemos de contactos significativos con los demás. Incluye una sensación de vacío interior que puede estar acompañada de tristeza, desaliento, un sentido de aislamiento, inquietud, ansiedad, y un intenso anhelo de ser querido o necesitado por alguien”.
En pocas palabras, la soledad es un estado emocional de tristeza causado por sentirse solo, aislado o alejado de los demás, esta es una experiencia negativa y va acompañada de desesperanza.
La soledad afecta a todo el ser, sus síntomas pueden ir desde lo físico hasta lo emocional. Algunos de los síntomas físicos pueden ser dolores de cabeza, insomnio, problemas gastrointestinales y hábitos alimenticios irregulares, entre otros. Emocionalmente, la persona que está experimentado soledad puede creer que no le importa a nadie, puede sentirse rechazado o pensar que nadie le necesita, puede sentirse aislado emocionalmente, aunque esté rodeado de personas.
Quien la padece, puede incluso sentir que no tiene nada ni nadie por quien vivir, que no vale nada y que nadie los ama. En casos de soledad emocional, una persona puede fácilmente caer en dependencia de sustancias, y depresión. Aunque todos estamos propensos a estos sentimientos, es en la adolescencia donde más problemas se tiene con estos, razón por la cual los padres debemos estar muy atentos a la condición emocional de nuestros hijos.
Entre las principales causas de soledad, se encuentran como mencionamos anteriormente, las relaciones familiares malsanas. Las relaciones nocivas y la falta de lazos cariñosos dentro de la misma familia, ya sea entre cónyuges, padres e hijos y otros familiares contribuye a la experiencia de la soledad.
Un ejemplo de esto puede ser: descuido en la niñez, padres que no desarrollaron una relación sana con sus hijos, ocupados en sus trabajos, con poco tiempo para darle atención al niño, hace que el niño crezca sintiéndose abandonado o rechazado.
Dicho de paso, algunos tipos de personalidad son más propensos a la soledad, las personas tímidas, por ejemplo, tienen dificultad para expresar lo que sienten y por lo tanto el sentimiento reprimido se fortalece. Algunas causas pueden ser circunstanciales, por cambios en la vida como un divorcio, muerte de un ser querido o puede también ser la pérdida de un empleo, mudarse de un lugar a otro, etc. Si no es tratada a tiempo y con eficacia, puede llegar a convertirse en soledad crónica.
La buena noticia es que hay solución para el problema de la soledad. Algunos recomiendan buscar un nuevo trabajo, hacerse miembro de un club, buscar nuevos amigos, cambiar de casa, buscar un pasatiempo, ofrecerse como voluntario en alguna organización, viajar, etc. Todas estas son cosas buenas, pero en algunos casos pueden ser solo un remedio temporal.
Involucrarse en muchas actividades, para algunos puede más bien ser un intento de ignorar el dolor que se siente y no producirán resultados permanentes. La soledad emocional, sólo puede solucionarse por medio de establecer relaciones profundas con otros. Toda persona necesita, por diseño, relacionarse con otros.
Cuando en la familia eso no puede ser posible por cualquier razón, entonces puede ser un grupo de amigos o una comunidad de ayuda, que le acepten, le apoyen y le ayuden a entender su valor y propósito en la vida. Todos tenemos una necesidad de lazos fuertes con personas, las relaciones significativas son imprescindibles en la vida.
Si usted o un ser querido está experimentando soledad, decídase a enfrentarlo efectivamente. Debemos ser capaces de hablar y describir lo que pensamos o sentimos, si necesita ayuda no dude en acudir a un profesional de la salud mental o a un consejero familiar.
Le dejo con esta frase para meditar “La soledad y la felicidad son antónimos”.