¿Cómo romper esta rutina? Seguir en el mismo patrón del día a día y no poder cambiar, pese a que se está cómodo en lo conocido ya lo mismo no funciona. Ya no llena el alma, ya no resuelve los problemas. 

Este 2022, comenzamos con todo el ánimo pero terminó el primer mes del año y sentimos que nada de lo planeado sucedió, sino que al contrario. Hubo enfermos a nuestro alrededor con el nuevo virus, incluso nosotros nos enfermamos. No pudimos hacer ese cambio que estábamos peleando. 

Algunos dejaron ese plan de ejercicio y de alimentación porque no tenían contemplado las cosas que están sucediendo en sus vidas. Otros siguen esperando “buenas noticias”, desde ascensos en el trabajo, aumentos de sueldo o algo diferente y lo diferente que llega es quizás más trabajo y por la misma cantidad de dinero, o quizás pérdida de trabajo.

Este artículo hoy no intenta hablarle a las personas que quieren leer algo agradable. Esta es una invitación a salir de la rutina, no solo de la rutina de la que nos sentimos cómodos, pero de la rutina que este 2022 nos está enredado. 

Esta es una invitación para los valientes, aquellos que se la han jugado de todo a todo, para sobrevivir. ¡Ahora es tiempo de vivir! Tenemos la idea de “mundo allí te quedas” al momento de partir a una mejor vida. ¿Pero le sacamos todo el provecho a esta vida? ¿Hicimos lo que fuimos llamados hacer y a ser? Para algunos, la respuesta sería ¡sí! Hice lo que quise. Una pregunta más para ellos: de los sueños de infancia, ¿los lograste?

Si pudiéramos entrevistar a nuestro niño interior, ¿que diría de nosotros? Si le preguntamos a nuestra madre de aquel entonces, ¿que nos respondería? 

Cuando llegamos a este país, venimos con costales llenos de sueños, manos vacías pero hambre de la que no se sacia con pan. Pareciera que la rutina nos devoró y solo hacemos lo mínimo para salir el día. El valle devoró nuestros sueños y el día a día intenta romper nuestra voluntad. ¡Quién tiene tiempo de soñar cuando hay tantas facturas por pagar!

El mundo se detuvo desde el 2019, cuando algo tan invisible al ojo humano apareció, desde entonces vamos declarando, ¡Este es mi año! Y nada, una nueva variante, un nuevo problema y seguimos sin recuperar el tiempo perdido. Es tan de humanos querer ganarle al tiempo y desear regresar al pasado… ¿Qué haremos con el presente que se nos va sin piedad?

El miedo a las relaciones por miedo a perder parte de mi, a menos de que la otra parte esté dispuesto a contribuir o regresar mi misma inversión. Miedo a seguir trabajando en lo de alguien más por que en algún momento me pueden despedir, miedo a querer mucho a una amistad por miedo a que me traicionen, ¡miedo, miedo, miedo! 

Ese miedo nos impide estar completamente en algo. Estamos sin estar, intentando proteger nuestro pellejo. No vivimos a la máxima capacidad porque estamos buscando la salida, vivimos saboteando nuestras relaciones por no estar presentes. Nos enfocamos en cómo terminar en vez de cómo construir; construir esa relación, ese negocio, esa familia. 

Esos sueños de infancia, mejor los dejo en el baúl de los recuerdos. Mejor me quedo haciendo lo mínimo y desde lejos observo, lo cómodo es lo seguro.

Es por eso que esta invitación es para valientes. Esta invitación es para los que se han quedado sentados en sus sueños. ¿Cuál es el primer paso por hacer? ¿Qué deseas romper en tu rutina? ¿Qué esperas lograr? ¿Cuál es el resultado final?

Romper la rutina es no regresar a lo cómodo, sino a comenzar algo incluso desconocido. Romer rutina es ser impredecible, espontáneo, cambiando cada día a lo que viene.

Reconectando con intencionalidad, haciendo cambios, eliminando distracciones, que importa lo que digan de ti, es creer en el interior de ti, pedir al Ser superior que te prepare con fuerza. 

Romper la rutina cambiará tu personalidad, donde al final tendrás que volverte a presentar a las personas que pensaron que te conocían. Nuestro espíritu ha sido atormentado por el miedo, dudas, circunstancias. Se nos ha olvidado que es “paz”. Para romper rutinas, necesitas encontrar tu paz, la paz es una herramienta. Paz en lo que no vas a poder cambiar, ¡esa paz que sobrepasa todo entendimiento!