Jugadores Daniel Vega, Jose "Junior" Mercado e Iverson "Ivy" Ortiz celebran su triunfo en el campeonato de fútbol para el estado de Colorado, división 3A. Foto por Will Grandbois.

Traducción por Dolores Duarte

El juego pudo haber durado 80 minutos, pero el título estatal de fútbol masculino 3A de los Rams de la Roaring Fork High School llevaba años preparándose. 

Comenzó con el club de fútbol de Roaring Fork, y con padres dispuestos a llevar a sus hijos a partidos a horas de distancia. El ex jugador de Colorado Rocky Mountain School, Nick Forbes, pudo comprobarlo cuando asumió el cargo de entrenador principal de los Rams hace nueve años.

“El nivel técnico que estamos obteniendo de nuestro club y la cantidad de energía que la comunidad ha puesto en estos chicos y en su fútbol — había una buena base sobre la cual construir”, dijo. “Me permitió centrarme más en el juego táctico y de situación. Y cada año mejoro un poco en mi trabajo”.

De hecho, cada año el equipo se adentraba un poco más en los playoffs. Y, aunque aplastante, la derrota de 5-0 en el campeonato contra Kent Denver en 2019 puede haber sido un elemento esencial para su eventual victoria. 

“Casi todos los que estaban en este equipo estuvieron al menos en la banca o en ese grupo”, señaló Forbes. “Creo que la experiencia brilla en esos grandes partidos que te crispan los nervios, y también está la motivación de no dejar que eso se repita”.

Pero su regreso, como tantas cosas, fue pospuesto por el COVID. La temporada de fútbol masculino de 2020 acabó retrasándose hasta esta primavera, y el cansancio de un año escolar extraño pasó factura tanto en la escuela como al deporte.

“Empezamos un poco lentos. Perdimos los dos primeros partidos antes de que empezáramos a tomar impulso de verdad, y para entonces ya nos habíamos escarbado un agujero”, dijo Forbes. “También se aprende mucho de las derrotas, y creo que esa experiencia fue muy buena para los chicos”.

Cuando unos meses después comenzó una nueva temporada relativamente normal, el comenzó a pensar que éste podría ser el equipo.

“Cuando lo necesitábamos, dominábamos a todos los equipos con los que jugábamos”, dijo. “Creo que la gente puede habernos subestimado un poco al ser el undécimo cabeza de serie, pero me gusta ser el menos esperado”.

Como es habitual, los colegios privados de Front Range dominaron la eliminatoria, pero, aunque a menudo consiguieron el primer punto sobre los Rams, los resultados finales hablaron por sí mismos: 3-1 en casa contra Bishop Machebeuf, 5-1 contra Prospect Ridge Academy, 3-2 sobre Faith Christian en los cuartos de final y 3-1 contra Atlas Preparatory School en las semifinales. 

Así que, incluso el partido final contra Jefferson Academy, 18-0-1 y primer clasificado, el 12 de noviembre, estuvo lejos de ser una historia como la de David y Goliat. 

Había muchos aficionados de Roaring Fork en las gradas del Weidner Field en Colorado Springs. Y, aunque los Jaguars consiguieron marcar el primer gol, los Rams se mantuvieron firmes. El estudiante de último año Iverson “Ivy” Ortiz respondió con un gol individual justo antes del descanso. Al volver del descanso con el marcador empatado, en ambos equipos subió el calor y las faltas comenzaron a volar, pero sin ningún punto que mostrar. Fue el estudiante de segundo año Josh Hernández quien dio a Roaring Fork su segundo punto con 15 minutos restantes de juego regular. Después de eso, fue sólo cuestión de jugar defensa hasta que parara el reloj.

“La primera mitad, nuestras espaldas estaban contra la pared. No se rindieron, siguieron jugando como queríamos”, dijo Forbes. “Tuvimos que probar suerte un poco, pero lo acepto”.

Cuando se le pidió que destacara a algunos jugadores sobresalientes, acabó enumerando a casi todo su equipo de juego. 

“Nuestra defensa ha hecho un trabajo poco reconocido durante todo el año”, dijo. “Tuvieron un partido muy complejo bloqueando a algunos jugadores de ataque muy, muy buenos”.

En cuanto a la anotación, el estudiante de tercer año Emiliano Magaña es el líder en goles por partido, mientras que Giancarlo “Carlos” Pérez contribuyó con muchas asistencias. Y, en opinión de Forbes, todo comienza con los mediocampistas José “Jr.” Mercado y Ross Barlow, ambos de último año. 

“Es como que queda un poco silenciado por toda la gloria, pero es una especie de locura que los últimos cuatro años de fútbol lleguen a su fin”, observó Barlow.

Otros estudiantes de último año que se van son Braden Stainton, Salvatore Lepe, Jacob Martin, Cole Pargiter-Walker, Giancarlo “Carlos” Pérez Ríos y Aaron Verla. Pero el máximo goleador, Emiliano Magaña, es de tercer año, y los extremos Josh Hernández y Max Brooke deberían también quedarse.

“Ya he estado observando a nuestros JV y los he entrenado, y creo que vamos a ser capaces de reunir algunas corridas más”, dijo Forbes. “Necesitas algo de suerte y necesitas algunos rebotes, pero no veo que vayamos a bajar de nivel pronto”.

Eso es todo un legado para una escuela que no ha conseguido un título estatal en ningún deporte desde el tricampeonato consecutivo de baloncesto femenino del 89, 90 y 91. Aunque el regreso del fútbol americano universitario significa que probablemente no habrá muchos partidos de fútbol bajo las luces del viernes por la noche, el equipo sigue disfrutando de un creciente apoyo y asistencia de la comunidad. (www.laserdocmd.com) Forbes está encantado de que el deporte más popular del mundo tenga tanto éxito a nivel local. 

“Tenemos una especie de comunidad latina y una comunidad anglosajona y, para mí, ver a los niños jugar al fútbol, es una especie de puente entre ellos”, señaló. 

Dijo Pérez: “Somos un equipo, una familia. Nos queremos y jugamos los unos por los otros”.