responsehelps.org

Doscientos setenta y cuatro llamadas fueron atendidas por la organización RESPONSE en el 2020, en la línea de emergencias. Marzo es el mes de reconocimiento de la mujer, pero ¿qué tanto nos falta por celebrar a las mujeres en el Valle cuando hablamos de respeto?
La última vez que hablé sobre acoso callejero públicamente, recibí agradecimiento por parte de muchas mujeres, pero también comentarios ofensivos e incluso acoso por varios hombres.
En esta ocasión quiero volver a tocar el mismo tema siendo consciente de que voy a incomodar a algunos lectores, pero espero que al incomodarlos también los dejo pensando en la realidad que vivimos muchas mujeres en el Valle y que muy pocas veces por temor, cultura o pena no lo denunciamos.
RESPONSE, lanzó un entrenamiento, que en este momento está en pausa por el virus, en colaboración con la línea de autobuses RFTA, esto después de se hiciera muy sonado el caso de una pasajera, que fue víctima de acoso por parte de otro pasajero. RESPONSE hace varios entrenamientos y también visitas a las escuelas para crear conciencia. Al conversar con Txell Pedragosa, la directora de programas de RESPONSE, le pregunté ¿porque antes se veía más esto del acoso u hostigamiento pero no se hablaba y ahora si?
“Antes sí,” me respondió. “Pero nunca ha sido divertido y nunca ha estado bien.” Agregó, “Como humanos podemos ser mejores. ¡El acoso nos aterroriza! Nos aterrorizaba hace 20 años y nos aterroriza ahora.”
A mi hija la mayor, una de las primeras cosas que le enseñe fue a siempre cuidar a su alrededor y siempre traer las llaves a la mano para defensa propia. Algo que todavía no le instruyo a mis hijos varones. A lo que le pregunte a mis hijas, cuántas veces un hombre se habrá sentido en riesgo? Karina respondió, “No todos los hombres son depredadores, tenemos que tener eso en cuenta, a mi me da miedo pensar estar sola entre hombres quizá porque me han dicho siempre que me cuide y que todos los hombres son así. Pero no, hay hombres que también sufren de acoso, sobre todo en redes sociales.”
La encuesta de Stop de Street Harassment menciona que un 43% de hombres reportaron haber sufrido algún tipo de acoso, mientras que el 81 % de las mujeres reportó también haber sufrido hostigamiento.
Mi hija Isela, por su parte, decía que para ella no se trata de levantar el feminismo sino de tirar abajo el machismo. A lo que agregó, “Cuando tenía 10 años venía saliendo de la escuela cuando un tipo me comenzó a gritar, él iba con otros tipos en su carro, pero yo era una niña con mi mochila escolar y no estaba haciendo nada para provocar, sabía que lo que me gritaba estaba mal pero seguí caminando porque mi mente no me dejo actuar.”
Eso me llevó a la siguiente pregunta, ¿nosotras provocamos a los hombres?
“No creo que la manera de vestir de una mujer sea una invitación de ningún tipo”, respondió Karina. “Sé que es algo sugestivo ya que al menos yo no me vestiría destapada cerca de hombres que no saben respetar, es como llevar dinero y un letrero de que llevas dinero a una zona de la ciudad donde es muy peligrosa.”
Isela respondió, “El acoso nunca tiene que ser permitido. No importa que la mujer traiga puesto un traje de baño. Siento que está tan normalizado por cuestión de cultura. Puedo tener conversaciones de vestirse modestamente, pero ese es otro tema totalmente diferente. En ningún momento la vestimenta de una mujer es una invitación a que te falten al respeto!”
“¡Los hombres tienen que aprender a ser respetuosos!” Agregó Karina, “Si te llega a pasar algo, defiendete.”
Y si es algo tan fácil de decir, defiendete, pero tu mente en esos momentos se paraliza. Si tienes la habilidad de defenderte, ¡hazlo! Llama a la policía, o alguien que tengas confianza. Haz lo que sea para sentirte segura. Pero no lo normalicen.
Volviendo a Txell Pedragosa con RESPONSE, “Sí es ofensivo que te llamen nombres por ser inmigrante entonces, ¿cómo creen que se siente una mujer por los estereotipos y comentarios que recibe en la calle? Es la base de discriminacion y violencia, y es muy parecida. Si alguien se ha sentido discriminado se puede identificar con una mujer que ha sido acosada. Esto va acabar educando a los jóvenes.”
Evitemos que nuestros hijos en un futuro formen parte de esas estadísticas y dejemos de normalizar el acoso.