Por Carlos Herrera Montero
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Como vimos anteriormente, el proceso de conquista de las tierras, los pueblos y las culturas que habitaban el nuevo mundo, que posteriormente y hoy día llamamos el continente americano, fue un proceso intenso y despiadado, marcado principalmente por la codicia y la búsqueda de riquezas naturales (oro, plata). Una vez conquistadas estas tierras, los españoles empezaron a asentarse y a crear ciudades. Se fueron mezclando las diferentes razas y culturas. Aparecieron los criollos (hijos de europeos y nativos nacidos en estas latitudes) y empezaron a diferenciarse diferentes regiones culturales en todo el continente (Perú, Chile, Argentina, Colombia en el sur, México, Centroamerica, el Caribe, en el norte).
Durante la época de la colonia, que se da entre los siglos XVII y XVIII, aparecen muchos escritores locales influenciados por el barroco y el neoclasicismo. En sus relatos se combina la tradición literaria de Europa con la cultura americana autóctona. Los libros y escritos que circulan son principalmente de tipo religioso, ya que los sacerdotes y frailes son los abanderados en convertir los indígenas al catolicismo y también porque seguía en pie la prohibición de importar libros que no fueran religiosos.
Algunos de los escritores más importantes de ese período son: Alonso de Ercilla (1533–1594) con su epopeya “La Araucana” sobre la conquista de Chile, destacando a su héroe nacional Caupolicán; Pedro de Oña (1570-1643), otro chileno que publicó “Arauco domado”; Juan Ruiz de Alarcón (1581-1639), autor mexicano de obras teatrales como “La verdad sospechosa”; Juan del Valle Caviedes (1652-1697), autor peruano de “Baile cantado del amor médico” y Juan Rodríguez Fraile (1566-1640), colombiano quien escribió “Crónica de la conquista y descubrimiento del Nuevo Reino de Granada”.
Pero, sin lugar a dudas, el nombre que más resalta de esta época es el de Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695), autora y monja mexicana de una bellísima y deslumbrante producción lírica y dramática que sorprende por su intensidad emotiva y su asombrosa perfección formal. Considerada como la mayor poetisa durante la segunda mitad del siglo XVII, no sólo del territorio de la Nueva España, sino de todos los dominios hispánicos por los que se extendió el uso del castellano como lengua hablada y lenguaje literario. Por su gran inspiración poética fue llamada la “Musa Divina”. Escribió teatro (por ejemplo “Los empeños de una casa”, “El amor es más laberinto”); poesía (“Primer sueño”), autos sacramentales (“El divino Narciso”, “El cetro de José”), prosa, loas y villancicos.
Veamos algo de su poesía:
“Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis.
Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego con gravedad
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia. “
Otro nombre importante es Carlos Sigüenza y Góngora, mexicano, amigo personal de Sor Juana Inés de la Cruz. Además de poeta fue matemático, astrónomo, cosmógrafo, historiador, cronista, biógrafo, memorialista y hasta técnico de fortificaciones y artillería.
Escribió muchas y variadas obras, la más célebre sea tal vez su “Eulogio fúnebre de Sor Juana Inés de la Cruz”.
Y también cabe mencionar al periodista mexicano Joaquín Fernández de Lizardi, a quien se le atribuye el haber escrito la primera novela en América Latina: “El Periquillo Sarniento” (1816).
Otro ejemplo de la poesía de Sor Juana Inés:
“Me acerco y me retiro:
¿quién sino yo hallar puedo
a la ausencia en los ojos
la presencia en lo lejos?
Del desprecio de Filis,
infelice, me ausento.
¡Ay de aquel en quien es
aun pérdida el desprecio!
Tan atento la adoro
que, en el mal que padezco,
no siento sus rigores
tanto como el perderlos….”
Definitivamente la época de la colonia fue importante en el desarrollo de la literatura latinoamericana. Es el período donde se empezaron a diferenciar y establecer las diferentes regiones geográficas, culturales y literarias de los distintos países que hacen América Latina lo que es hoy en día.
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