Traduccion por Dolores Duarte
El 28 de diciembre de 2021, la junta administrativa de Carbondale aceptó discretamente una generosa donación de terrenos de una entidad que solicitó permanecer anónima, aunque los informes de 2018 relacionaban las propiedades donadas y otras con la Fundación Melvin y Bren Simon. Además del parque en Fourth y Main, la donación incluía 1.4 acres desocupados que rodean el teatro Thunder River.
El terreno recuperó su antiguo nombre, Town Center, y está listo para ser desarrollado en asociación con ArtSpace, una organización nacional sin fines de lucro que realizó un estudio de viabilidad en Carbondale en 2017.
Con un proceso público previsto para iniciar a principios de 2023, The Sopris Sun pensó que era apropiado hacer un viaje por los recuerdos y rendir homenaje a Bonanza Trailer Park, eliminado del sitio Town Center en el verano de 2002. Cualquiera que desee completar los detalles que nos faltan puede escribir a news@soprissun.com.
Krista Paradise, quien ahora vive en el estado de Washington, recuerda que el parque estaba a la sombra de altos olmos y lleno de niños. “Todo el mundo parecía conocer a todo mundo”, dice, “aunque estaba bastante deteriorado”, con un gran bache en el centro que a menudo se llenaba de agua.
Paradise, antigua administradora municipal, vivió en Bonanza unos cinco años antes de que ella y su ex esposo, Scott Chaplin, vendieran por un dólar su casa remolque a una amiga. “Pudo vivir allí unos cuantos años antes de verse obligada a marcharse”, explica Paradise. “Sabía que era un lugar privilegiado de la ciudad y que tenía un número limitado de años antes de que alguien quisiera renovarlo”.
La casa remolque de Paradise, como la mayoría de las otras 18 del parque, era demasiado vieja para ser reubicada cuando los inquilinos de Bonanza fueron desalojados en 2002.
“Fue una farsa de justicia social”, afirma Chaplin, también antiguo administrador y ahora alcalde de Langley (Washington). “Todos perdieron gran parte de sus inversiones”.
Bonanza proporcionaba viviendas económicas a trabajadores de bajos ingresos, con una renta media anual por hogar inferior a $40,000 dólares, según una encuesta realizada alrededor de 2001. La mayoría de los residentes eran latinos, informó entonces el Post Independent. Eran carpinteros, obreros de la construcción, amas de llaves, cocineros, trabajadores de rancho y otros.
Los propietarios de casas remolque suelen encontrarse en una situación vulnerable. Aunque pueden ser propietarios absolutos de su vivienda, no suele ocurrir lo mismo con el terreno que tienen debajo. Los inversores pueden comprar la tierra y aumentar las tasas de arrendamiento de tierras, o volver a desarrollar la propiedad, dejando a la gente sin otro recurso que abandonar su casa remolque.
En 2020, la legislación de Colorado aprobó varias leyes nuevas para dar a los residentes de los parques más posibilidades de organizarse y obtener financiamiento para poseer su parque como comunidad. En la actualidad, organizaciones sin fines de lucro como Thistle y MANAUS trabajan activamente con los residentes de parques para preservar este tipo de viviendas económicas.
Mucho antes de su desplazamiento en julio de 2002, los habitantes de Bonanza se unieron para intentar comprar el terreno a Fourth Street Corporation de Carbondale, que lo adquirió en 1994 por $460,000 dólares.

Por años, el Proyecto Hogar Seguro para las Familias de Bonanza intentó comprar su parque, llegando a ofrecer un millón de dólares a Fourth Street Corporation. Gráfico de cortesía
En 1997, Bonanza Families Secure Home Project ofreció $600,000 dólares, luego $800,000 y finalmente un millón, pero todas las ofertas fueron rechazadas. Fourth Street Corporation pedía 2 millones de dólares, una cantidad fuera del alcance de los residentes. En 2001, el parque se vendió a una empresa inmobiliaria de Houston por casi $1.5 millones de dólares (y la propiedad se tasó en $60 dólares por pie cuadrado, o $3.7 millones de dólares, en 2022).
A cada propietario de una casa remolque se le avisó con siete meses de antelación, con alquiler gratuito y $1,500 dólares para trasladarse. Los nuevos propietarios del terreno, Bill Smith y Ed Podolak, se mostraron “generosos con los inquilinos”, escribió el Post Independent, aunque 30 de ellos comparecieron en una reunión de administradores de la ciudad con un intérprete para pedirles que aprobarán una ordenanza de sustitución de viviendas que garantizara la reposición de las casas perdidas en la reurbanización. No se tomó ninguna medida.
“Creo que la ciudad siempre ha dado por hecho a largo plazo que un parque de casas remolque en el solar de Bonanza no tenía un futuro indefinido”, citó el Post Independent a Michael Hassig, entonces presidente de la Comisión de planificación y zonificación.
Aunque Chaplin no niega que un parque de casas remolque en pleno centro de la ciudad fuera no viable dado el crecimiento de Carbondale, “se podría haber dado más equidad a la gente que estaba allí”, dijo. “Probablemente tres cuartas partes de esas familias se mudaron lejos o definitivamente fuera de los límites de la ciudad. Hubo una pérdida de cohesión cultural y de lazos vecinales, y luego todos perdieron mucho dinero.”
Smith y Podolak, por su parte, eran optimistas y pensaban que en cinco o siete años podría completarse un proyecto residencial y comercial de uso mixto. En 2003, el edificio que hoy alberga Backbone Media ya estaba en construcción. Sin embargo, el progreso en los demás solares se alargó y se detuvo por completo con la recesión de 2008-2009.
“Es una pena que en todo este tiempo después no haya pasado nada”, continúa Chaplin. “En aquel momento había una verdadera falta de comprensión y empatía hacia los latinos en materia de vivienda económica, y yo también era culpable de ello. No entendía la dinámica tan bien como ahora… todos estamos aprendiendo”.
Chaplin se mudó de Bonanza a Thompson Corner, “la vivienda económica predominante en aquel momento” y recuerda que todos sus vecinos eran blancos. “Ni una sola familia latina allí”, comentó a The Sopris Sun, 20 años después. En términos de vivienda económica, “todavía tienes que ser bastante ‘blanco’ para poder optar a ella”, continuó. “Tienes que estar documentado, tener crédito para hacer un pago inicial, hacer cosas que son más difíciles de lograr para la gente de color en general debido al racismo sistémico”.
Según lo presentado a los administradores por el consultor Robert Schultz el 15 de marzo de 2022 (disponible para su revisión en www.bit.ly/TownCenterPres), el terreno estaba bajo contrato en 2019 después de salir a la venta en agosto de 2018.
Chaplin se alegró de saber que ahora pertenece a la ciudad. “Si hacen algo con él, me gustaría que incorporaran a los desplazados en el proceso”, remarcó.

Dieciséis lotes que rodean el teatro Thunder River pertenecen ahora a la ciudad, gracias a una donación anónima de los terrenos a finales del año pasado. Gráfico de cortesía