Yesenia Silva Estrada con Gobernador Jared Polis. Foto de cortesía

El proyecto de ley HB22-1155 que pretende eliminar varias barreras que impedían que miles de estudiantes indocumentados calificaran para tarifas de matrícula estatal, ya es ley en el estado.

Colorado Mountain College (CMC) recibió al gobernador Jared Polis, hace unas semanas, donde se realizó la firma que convertía el proyecto en ley.

Se le preguntó a Yesenia Silva Estrada, directora ejecutiva de iniciativas estratégicas de CMC el por qué esto era un motivo de celebración para los latinos. 

“Antes de la HB22-1155, estudiantes indocumentados en el estado Colorado podrían pagar matrículas como residentes de Colorado y hasta obtener becas por medio de la ley ASSET. Pero esta ley también imponía restricciones arbitrarias a los estudiantes indocumentados,” nos explicó. “Por ejemplo, los estudiantes tenían que haber asistido a una escuela preparatoria (high school) de Colorado durante tres años antes de calificar para la matrícula estatal. También tenían que inscribirse en una universidad o colegio de Colorado dentro 12 meses después de su graduación de preparatoria o GED”. HB 22-1155 elimina estas restricciones que Estrada llama “arbitrarias”.

Según esta ley abre la oportunidad para que cualquier persona indocumentada (con o sin DACA) en todo el estado de Colorado tenga a pagar matrículas como residentes del Colorado, y además acceder becas para pagar por los costos de estudio universitario.

“Antes de esta ley, quizás solo estudiantes jóvenes que han estado en nuestras escuelas preparatorias han podido acceder a estos beneficios. Ahora todos, incluyendo adultos que han obtenido su GED pueden beneficiarse,” agregó Estrada.

HB22-1155 se convierte en una de las leyes más amplias en el país, en el tema de la educación, pretendiendo hacer un cambio en el futuro y educación de los jóvenes. Pero ¿cuáles son las estadísticas de graduados universitarios latinos?

“En el estado de Colorado, solo el 39% de estudiantes latinos ingresan a comenzar estudios universitarios. Y de todos los estudiantes universitarios latinos, solo el 30% recibe un título o certificado universitario”, dijo Estrada. “En nuestras comunidades, tenemos escuelas preparatorias con hasta 70% de estudiantes latinos. Lo ideal sería que ese mismo porcentaje fuera representativo en admisiones universitarias. Más aún, lo importante sería también que la mayoría que comienzan sus estudios los termine ya que es una inversión que están haciendo. Que al menos más de la mitad de los estudiantes latinos que ingresan en la universidad terminen”.

Estrada lleva 12 años trabajando en programas que abren el acceso y éxito universitario, para estudiantes que tradicionalmente no obtienen un título universitario al mismo porcentaje de éxito que otros estudiantes. Compartió un mensaje, que está a continuación, haciendo de esta una entrevista única, diferente y muy emotiva.

“Hace 13 años que me gradué con mi primer título universitario y en ese entonces me preguntaron que si cual era mi sueño. Lo ha sido, lo sigue, y seguirá siendo, continuar siendo una inspiración y un recurso para mi comunidad latina para que una educación universitaria esté al alcance de ellos y que sepan que una educación universitaria si se puede lograr”.

Continuó, “Mi padre una vez me dijo que me apoyaba en ir a la universidad, pero su deseo era solo que consiguiera un buen trabajo. Mi padre solo cursó hasta tercero de primaria y ganaba bien en trabajos de construcción. Mi madre también tuvo un trabajo honrado limpiando casas y cuartos de hotel. Cumplí los deseos de mi padre al conseguir un buen empleo en un banco después de graduarse de la preparatoria, pero también cumplí mi sueño de ser la primera en mi familia en graduarse de la universidad”.

Según Estrada, “En Colorado hay una gran población con estudios universitarios pero estas personas no son personas locales. Son profesionistas que el estado ha importado de otros estados ya que los mismos residentes del estado no tienen la preparación y el conocimiento después de la preparatoria para ciertos trabajos. Es una necesidad económica tener a nuestros propios residentes del estado con el conocimiento y preparación para que no vengan otras personas o competir fácilmente por estos trabajos”.

Concluyó, “La pandemia nos recordó lo fácil que las industrias y negocios pueden cambiar y cómo empleos dentro de estos pueden ser eliminados. Sin educación o preparación para hacer una transición a otro trabajo es más difícil para que estas personas hagan este cambio”.

Estrada está agradecida por sus estudios universitarios, “ya que me han permitido tener una excelente oportunidad de empleo y una carrera que disfruto. Mis estudios me han dado la oportunidad de proveer para mi y mis hijos y se que tengo la oportunidad de cambiar de industria si así lo deseo o si el mundo lo forzará”.