Manuel y Mayet Ruiz son propietarios de La Tortilleria La Roca en Carbondale. Foto de cortesía

Nacido en un pequeño pueblo de Chihuahua, México, Manuel fue traído por sus padres a los Estados Unidos a la edad de cuatro años. La falta de oportunidades en su pueblo y las dificultades económicas impulsaron a los padres de Manuel a tomar una decisión difícil, emigrar a los Estados Unidos. Aunque Manuel no recuerda sus primeros años en México, sabe por su familia que el tiempo que estuvieron separados fue muy difícil, ya que primero emigró su papá y posteriormente su mamá y sus seis hijos. 

La historia de cómo llegaron aquí es un tanto peculiar, ya que el matrimonio viajó con sus hijos hasta Colorado en una avioneta que el empleador de su papá consiguió, además les dejó vivir en una cabaña de su propiedad. “Se puede decir que no sufrimos al llegar aquí, lo más difícil para la familia fue estar en México mientras mi papá estaba de este lado, ya que fueron algunos años en los que mi papá iba y venía, hasta que nos trajo a todos”, comentó Manuel quien dijo estar consciente de lo afortunados que fueron por la manera en la que llegaron aquí, sin correr mayores riesgos y con ciertos beneficios que no muchos tienen. 

Una vez establecidos en su nueva vivienda Manuel y sus hermanos empezaron a asistir a la escuela, donde tuvieron un intérprete que además les enseñó inglés.  

Un desafío significativo que Manuel recuerda fue cuando él tenía aproximadamente 13 años. Sus padres decidieron mudarse a otro estado y las cosas no salieron como ellos esperaban, lo cual resultó en que la familia entera pasara una temporada durante un frío invierno viviendo en un camión escolar para finalmente regresar a Colorado. 

Por su parte Mayet, esposa de Manuel, que también nació en Chihuahua, recuerda haber cruzado el río con su familia siendo muy pequeña y después de un tiempo viviendo en Estados Unidos se regresaron a México. A los 14 años ella vino nuevamente a los Estados Unidos y vivió con un hermano mayor y su cuñada por un tiempo. Aproximadamente un año y medio más tarde los padres de Mayet también vinieron. Al principio, fue difícil conseguir un lugar donde vivir, pasaron unas semanas durmiendo en su auto, tan pronto encontraron, rentaron un departamento; los demás miembros de la familia pudieron venir para estar todos juntos.

Mayet recuerda el tiempo en la escuela secundaria, como una experiencia difícil, “éramos muy pocos hispanos, había racismo, y yo me negaba a hablar inglés porque sabía que al hablarlo mal se burlarían de mí y eso me afectaba”, dijo Mayet. “Aun así, gracias a Dios y al director de la escuela, que me ayudó mucho, logré graduarme”.

Una cosa que Mayet dijo respecto al choque cultural que uno sufre al mudarse de un país a otro fue que ella siempre tuvo presente los valores morales que sus padres le inculcaron y en todo momento tuvo en su corazón no defraudar a sus padres y eso la ayudó a hacer sabias decisiones en cada situación que se le presentaba.

Manuel y Mayet, se conocieron aquí en el valle, se casaron y formaron una familia saludable; tienen dos lindas hijas, su hija mayor está casada y tiene tres hermosos niños; su hija menor está estudiando en el colegio. 

Manuel compartió que parte del éxito de su matrimonio es que comparten los mismos valores. Uno de esos valores para Manuel y Mayet es el matrimonio y la familia por eso han luchado juntos en los tiempos de dificultad, que como toda familia han enfrentado. 

Manuel y Mayet son personas trabajadoras y emprendedoras. Un poco después de casados, al ver la cantidad de hispanos que estaban llegando al valle, Manuel vio la necesidad de abrir una tienda, Tortillería la Roca en Carbondale, de la cual ellos son propietarios. Un consejo que Manuel da a quienes tal vez van empezando en este lugar, es esforzarse, trabajar arduamente, y ser pacientes, ya que según él “toma tiempo establecerse en un lugar”.

Aunque Manuel expresa que le encanta la comunidad en este valle y está agradecido por las oportunidades que este país le ha dado, anhela algún día regresar a vivir a su país de origen. Finalmente, Mayet dijo “solo me gustaría agregar que todo lo que hemos logrado como familia ha sido gracias a Dios, es cierto que hemos trabajado duro, pero es Dios quien nos ha dado las fuerzas, él nos ha abierto puertas para llegar hasta donde estamos”.

La familia Ruiz es bien conocida y querida en este valle, todos hemos disfrutado de las tortillas tan ricas que hacen, pero poco conocíamos de su inspiradora historia, les agradecemos por dejarnos conocer un poco de su vida familiar y de su historia. 

Si usted quiere contar su historia o si conoce a alguna persona o familia que quiera relatar su historia me encantaría conocerla y escribirla. Puedes contactarme en: rochintrini@gmail.com