La maestra del RFSD Brittany Rose tuvo la oportunidad de hacer una pregunta a su santidad el Dalai Lama durante una conversación virtual el lunes 25 de octubre por la noche. Captura de pantalla por Raleigh Burleigh.

Traducción por Dolores Duarte

Brittany Rose, maestra de educación bilingüe de la escuela primaria de Basalt, fue seleccionada entre sus compañeros para dirigirse a su santidad el Dalai Lama durante una conversación virtual organizada el lunes 25 de octubre por la noche.

La oportunidad se dio a través del proyecto Compasión y Dignidad para Educadores desarrollado por la facultad de educación de la Universidad de Boulder con el Renée Crown Instituto de Bienestar y el Instituto de Compasión. Este nuevo programa de certificación en línea se diseñó específicamente para educadores, en respuesta a los tremendos retos a los que se enfrentan los jóvenes y al papel fundamental que desempeñan los educadores para prepararlos para una vida bien llevada.

“Me siento muy honrado de que me den esta oportunidad”, comenzó diciendo el Dalai Lama. “La supervivencia de la humanidad requiere una mente compasiva”.

Antes del evento del lunes, The Sopris Sun se puso al día con Rose. Al preguntársele por las lecciones que ha extraído de sus estudios, respondió que la compasión, aunque a menudo se confunde con la empatía, es especial. Describió la empatía como un espejo que refleja una experiencia común. Como si: “Ya he pasado por eso y sé lo que se siente”.

“La compasión es acción”, continuó Rose. Es menos emocional y requiere tomar medidas para aliviar el sufrimiento de los demás. Tampoco es lo mismo la compasión que el amor. “El amor requiere moralidad y es crítico”. Dijo que es poco realista creer que el amor puede arreglar el mundo, porque el amor es selectivo y se basa en sentimientos profundos. La compasión, sin embargo, no excluye. “Todo el mundo merece compasión”.

La compasión también puede adoptar muchas formas. Desde una simple sonrisa hasta una mano amiga, incluso responsabilizar a otros al compartir verdades difíciles, puede ser considerada tomando una acción compasiva.

Dirigiéndose a los estudiantes y al público, el Dalai Lama describió la energía producida por la ira como “corta, temporal y que puede llegar a ser autodestructiva”. En un planeta con 7.8 billones de seres humanos, “7 billones de hermanos y hermanas”, dijo el Dalai Lama, los educadores deben ir más allá del conocimiento intelectual y enseñar “calidez de corazón”.

“Me produce una inmensa alegría hablar con usted”, se dirigió Rose a su santidad, “Este último año ha tenido muchos desafíos a causa del COVID. Pero, a pesar de ello, no he tenido un mal año. Creo que he tenido un año hermoso. Saber que podemos ser felices en mi aula me da paz. Al mismo tiempo, no quiero despreciar el sufrimiento que hay en el mundo. Mi pregunta es: ¿cómo puedo ser feliz con mis alumnos y a la vez mantener mi corazón abierto al sufrimiento en nuestro mundo?”.

“El mundo con problemas es una fuente de práctica de compasión”, respondió el Dalai Lama. “Para mostrar más compasión a los demás, primero practica tú mismo, toda tu vida. Luego, incluso hacia tus enemigos”. 

Y continuó: “El problema no se puede resolver con la fuerza, con las armas, con la ira. El problema puede resolverse con mentes más compasivas”. 

“No hay otra alternativa”, enfatizó, y sugirió que llevar una sonrisa a las aulas ayudará a difundir la calidez del corazón: “Mi cara siempre sonríe. Si la cara del Dalai Lama fuera más de enojo”… “o dura”, ofreció el traductor, “puede que no fuera tan popular”, dijo el Dalai Lama riendo. “Incluso los animales sin fe religiosa aprecian una actitud cálida”. 

Además de alimentar la calidez de corazón, “la compasión es un factor clave para la paz mental”, explicó el Dalai Lama. “Una mente compasiva y abierta permite tener menos miedo y más fuerza interior y confianza”.

En conversación con The Sopris Sun, Rose también reconoció que esas cualidades son esenciales para la enseñanza. “Los educadores deben ser conscientes de sí mismos y de los demás, para ser intencionales”. Permanecer “regulado”, dijo, navegando uniformemente en cada circunstancia para atender equitativamente las necesidades y el crecimiento de los estudiantes — esto también requiere compasión y realismo hacia uno mismo.

“Si los profesores pueden ‘cuidarse a sí mismos’, eso marcará la diferencia para nuestros niños”. Al ser cuestionada sobre la Iniciativa electoral 5B, Rose respondió: “No podemos ser buenos con los demás si no somos buenos con nosotros mismos”.