Traducción por Dolores Duarte
A finales de marzo, el servicio forestal de EE. UU. anunció los lineamientos definitivos para los distritos que deseen ampliar el uso de las bicicletas eléctricas (e-bikes) en sus rutas de bicicletas en el futuro.
En la actualidad, las bicicletas eléctricas están permitidas en todas las carreteras del servicio forestal y en los 100,000 kilómetros de rutas accesibles para motoristas, que constituyen el 38% del total de rutas que gestiona la agencia. La política finalizada, publicada el 31 de marzo, permite el uso continuo de las bicicletas eléctricas en las rutas ya designadas para el uso de vehículos motorizados y “establece un proceso para evaluar las futuras solicitudes de ampliación del acceso”, según un reciente comunicado de prensa de la agencia.
“Se trata de una normativa nacional desarrollada por nuestra oficina de Washington para proporcionar claridad y orientación a las unidades locales de todo Estados Unidos”, explicó el responsable de asuntos públicos del bosque nacional de White River (WRNF), David Boyd. “La directiva aclara la definición de una e-bike y las identifica bajo tres clases de vehículos motorizados”.
Las bicicletas eléctricas de clase uno tiene un motor que sólo funciona mientras el ciclista está pedaleando y se apaga después de llegar a 20 millas por hora (mph); las bicicletas eléctricas de clase dos no requieren pedalear para que el motor funcione, pero se apaga cuando alcanza 20 mph; las bicicletas eléctricas de clase tres requieren pedalear para que el motor funcione, pero se apaga al alcanzar 28 mph.
“En la actualidad, las bicicletas eléctricas están permitidas en nuestra gestión de viajes de verano en las carreteras y rutas abiertas a los vehículos motorizados”, aclaró Boyd. Pero, añadió, las bicicletas eléctricas no están permitidas actualmente en ninguna ruta del WRNF designado para uso no motorizado.
Sin embargo, esto podría cambiar mediante un proceso de cambio de la gestión pública del uso del suelo. “Actualmente, no hay propuestas ni planes para cambiar la gestión de las bicicletas eléctricas en el WRNF”, dijo Boyd. “Los posibles cambios relacionados con las e-bikes serían similares a cualquier otro cambio potencial de gestión del uso de la tierra en el que nos coordinaríamos estrechamente con los colaboradores y las partes interesadas e involucraríamos al público”.
Aclaró que dicho proceso también implicaría “cierto nivel de análisis medioambiental según la NEPA [Ley Nacional de Política Medioambiental]”.
La perspectiva de un conservacionista
“No hemos seguido de cerca la política del servicio forestal porque, en general, la agencia ha calificado acertadamente a las bicicletas eléctricas como vehículos motorizados”, dijo a The Sopris Sun la directora de política de Wilderness Workshop (WW), Juli Slivka.
WW es una organización sin fines de lucro con sede en Carbondale cuya misión es “proteger y conservar los espacios naturales y los paisajes de la cuenca del Roaring Fork, el bosque nacional White River y los terrenos públicos adyacentes”.
La directora de políticas de WW valora que, según la política actual, para que las bicicletas eléctricas estén permitidas en una ruta no motorizada “la agencia debe cumplir con su regla de gestión de viajes … la cual requiere un análisis de impacto ambiental y la participación del público para que las rutas puedan estar ubicadas donde se eviten conflictos con la vida silvestre y otros recursos”.
Añadió que la organización “ha estado mucho más comprometida con la política de bicicletas eléctricas de la BLM [Oficina de Administración de Tierras], que busca clasificar las bicicletas eléctricas como vehículos no motorizados, eludiendo así un análisis significativo”. En 2019, el Departamento del Interior, bajo el expresidente Donald Trump, emitió la orden del secretario 3376 “con el propósito de crear oportunidades recreativas a través del uso de bicicletas eléctricas”, dice el sitio web de BLM.
A consideración de Slivka, el sitio web de BLM afirma además que “la regla de BLM define una e-bike como una bicicleta con un pequeño motor eléctrico de no más de 750 vatios (un caballo de fuerza) que asiste en la operación de la bicicleta y reduce las demandas de esfuerzo físico del ciclista”.
Aun así, el uso propuesto de las e-bikes en cualquier ruta no motorizada de la BLM debe ser aprobado por un funcionario autorizado “a través de la planificación subsecuente del uso de la tierra y las decisiones a nivel de implementación”, se lee en su sitio web.
En 2020, la BLM de River Valley Field Office de Colorado decidió permitir las bicicletas eléctricas de clase uno en las rutas de Grand Hogback, a seis millas al norte de Rifle.
“Estamos abogando por que la BLM revise su política de bicicletas eléctricas para garantizar que las rutas para bicicletas eléctricas se ubiquen adecuadamente, lo que requiere reconocer que son vehículos motorizados y analizar sus impactos en ese sentido”, dijo Slivka.
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