Betsy After, foto de cortesia

Traducción por Dolores Duarte

El Sopris Sun está publicando respuestas a las preguntas formuladas a candidatos que se postulan para la Junta Escolar del Distrito Escolar de Roaring Fork (RFSD). La semana pasada, cubrimos el Distrito D, y la próxima semana vamos a concluir con los candidatos del Distrito C.

Betsy After y Alan Kokish son candidatos en el Distrito B, el cual consiste en las áreas al oeste del Highway 133 y 82 desde Carbondale a Glenwood Springs, incluyendo Ironbridge/West Bank y Four Mile.

Trayectoria y Motivación:

Mis hijos asisten a Crystal River Elementary School y estarán en las escuelas del RFSD durante la próxima década. Aportaré mi dedicación a la educación pública y mi experiencia en política, gestión financiera y participación de interesados en la junta escolar. Mis experiencias adicionales incluyen estar en la junta de Mt. Sopris Montessori School y el Basalt Regional Library District, y una maestría en ciencias bibliotecarias de UNC-Chapel Hill. Me animé a postularme porque las juntas escolares no partidistas están siendo cada vez más abordadas por influencia política. Voy a representar los intereses de nuestra comunidad diversa y proteger nuestras escuelas de los esfuerzos políticos que se están presentando en los distritos vecinos y socavando nuestras instituciones.

Visión y prioridades educativas:

Mis principales prioridades son: 1) Establecer una expectativa de excelencia y responsabilidad para el personal ejecutivo y asegurar que el presupuesto anual se alinea con las prioridades de las comunidades; 2) aumentar la retención de maestros a través de medidas creativas que van más allá de la anulación de las tarifas del condado de 2021; 3) abordar la persistente brecha de rendimiento entre los estudiantes latinos y blancos; 4) fortalecer la relación de la junta con la comunidad a través de una comunicación abierta.

Presupuesto y responsabilidad fiscal:

El fondo general del RFSD recibe el 66% de sus ingresos de fuentes locales y el 32% del estado. El estado de Colorado ocupa el 28avo. lugar en la nación en el gasto por alumno y el 49avo. en el salario inicial de los maestros. Hasta que el estado no invierta adecuadamente en la educación de K-12, no tendremos un financiamiento adecuado. La junta puede ser una voz en Denver para aumentar los fondos. Un ejemplo de cuando este enfoque ha sido eficaz es el trabajo que la junta actual hizo para abogar por el programa “Comidas Saludables para Todos” a nivel estatal. Ahora, todos nuestros alumnos tienen derecho a comidas gratuitas en la escuela.

Todo el distrito puede beneficiarse de un mayor compromiso con filántropos locales. La Fundación Educativa de Basalt es un ejemplo de generación creativa de ingresos al margen del proceso presupuestario del distrito para ofrecer mejores servicios. Otras escuelas deberían tener oportunidades similares. Pero, el aumento de la inversión filantrópica en RFSD es una pequeña tapa en la herida, no una cura a largo plazo para la falta de inversión en la educación de Colorado. La verdadera cura ocurrirá a través del proceso presupuestario en Denver. Necesitamos abogar fuertemente por una mayor inversión en las escuelas a nivel estatal.

Participación y comunicación con la comunidad:

La junta y la oficina del distrito necesitan líneas abiertas de comunicación con toda la comunidad, incluyendo maestros, personal, estudiantes y familias, en inglés y español. He visto recientemente esfuerzos de buena fe por parte del distrito en esta materia. En las sesiones de planificación estratégica, el distrito ofreció cuidado de niños y compensaciones para fomentar la participación. Esfuerzos como estos reconocen que es difícil para las familias trabajadoras participar en los procesos del distrito, y la carga está en el distrito para hacer los procesos accesibles. Aunque se trata de un progreso importante, entiendo que la administración actual no ha sido eficaz a la hora de comunicar las decisiones políticas a las escuelas. No podemos esperar que los líderes de las escuelas apliquen las políticas si no se les involucra de manera efectiva.

Equidad e inclusión:

La población estudiantil del distrito está formada por un 55-60% de latinos, pero la composición del profesorado del distrito no refleja la procedencia de los alumnos. Para atraer y retener personal multicultural, el distrito necesita una solución integral y escalable a la crisis de vivienda de la fuerza laboral. Mientras que la anulación de las tarifas del condado en 2021 fue una gran inversión en los maestros, no ha sido suficiente para mantenerse al día con el costo de la inflación y la vivienda en el distrito. No queremos ser un distrito donde los mejores maestros que representan la demografía de nuestros estudiantes simplemente no pueden permitirse trabajar aquí; tenemos que hacerlo mejor.

Responsabilidad, evaluación y vivienda del superintendente:

El cargo del Dr. Rodríguez se ha caracterizado por ser poco firme. Cuestiones de división han subido a la cima de la conciencia de la comunidad y quitado el foco de las cuestiones más críticas, como el rendimiento estudiantil y la retención de maestros. 

La labor del grupo de trabajo para vivienda fue excelente, y es inspirador que tantos miembros de la comunidad trabajaran juntos para identificar opciones. Sin embargo, comprar o construir una casa con los valores inmobiliarios actuales podría costar fácilmente al distrito más de un millón de dólares. No me siento cómodo comprometiéndome a una compra de esa magnitud para un solo empleado, aunque sería una inversión en liderazgo a largo plazo. Tengo experiencia en recaudación de fondos y filantropía, por lo que estoy interesado en explorar otras opciones que podrían desbloquear la generosidad de los filántropos. Un propietario saliente que sienta pasión por la educación en el valle podría recibir beneficios lucrativos a cambio de hacer una contribución en especie como lo es una casa. Las organizaciones sin fines de lucro de nuestro valle han perfeccionado este modelo, y merece la pena explorar si el distrito pudiera hacer lo mismo.