Traducción por Dolores Duarte
*este articulo ha sido editado desde que se publicó originalmente el 30 de noviembre
Hace cuatro años, John López y Paulina Navas encontraron un segundo hogar en el valle de Roaring Fork con English in Action.
Dijo López a The Sun: “Hubo mucho miedo y pánico al mudarnos a Estados Unidos. No fue fácil trasladarse a un país sin dominar el idioma o sin conexiones”.
Al llegar, hubo numerosos obstáculos. El estigma que conlleva el ser extrajero era evidente, y la pareja identificó que dominar el inglés era esencial para su éxito e integración. Cuando finalmente se instalaron en el valle de Roaring Fork, dieron prioridad al aprendizaje del inglés apuntándose a clases en el Colorado Mountain College y uniéndose a English In Action (EIA).
López describió el valle de Roaring Fork como una “burbuja de felicidad”, pero al principio su reasentamiento fue desalentador. La pareja se sentía sola y aislada.
“Llegamos aquí con muchas ideas. Tuvimos que empezar de nuevo y volver a intentarlo”, dijo Navas entre lágrimas. Navas era tímida para expresarse en un idioma extranjero y atribuye a EIA el mérito de haber facilitado el aprendizaje, que fue esencial para establecer conexiones e integrarse a la comunidad.
EIA cuenta actualmente con unos 300 estudiantes activos y tiene una lista de espera de 200 estudiantes para su programa de tutoría individualizada. Algunos estudiantes esperan hasta dos años para que se les asigne un tutor. La organización necesita hablantes nativos de inglés que estén dispuestos a ofrecerse como voluntarios durante una hora a la semana para reunirse con un estudiante. La mayor necesidad de tutores está en Basalt y Carbondale.
Al principio, mientras estaban en la lista de espera, López y Navas se apuntaron a las clases abiertas de EIA los jueves, y descubrieron un lugar seguro, sin juicios, para practicar el inglés con un hablante nativo. Sin embargo, deseando un enfoque de inmersión completa, Navas fue finalmente asignada a una tutora exclusivamente de habla inglesa, Betsy Key. López, por su parte, fue a la par con David Floria en horario abierto. Con el tiempo, ambas parejas solicitaron continuar asociadas para recibir una tutoría individualizada.
Key admite que le tenía miedo a lo extranjero, lo que fue uno de los factores que la motivaron a ser voluntaria en EIA. “Me ponía nerviosa estar con otras culturas”, dice, “siento que mi relación con Paulina y John me ha enseñado a conocer y respetar otras culturas”.
La pareja empezó a aprender inglés funcional en situaciones del mundo real, como pedir en cafeterías o ir de compras. Luego asistieron a eventos culturales, desde museos de arte y conciertos hasta el rodeo, y participaron juntos en actividades al aire libre, como esquí, senderismo y paddleboarding.
Cuatro años después, López y Nevas siguen estudiando inglés con Key y Floria, pero en lugar de extraños, ahora se consideran familia. Todavía se embarcan en aventuras, las parejas celebran juntos los días festivos y se reúnen socialmente.
Navas trabaja ahora para EIA como entrenadora de alfabetización digital y Floria es el nuevo vicepresidente de la junta directiva de EIA. Dijo que se ha convertido casi en una posición política para él en cuanto a los derechos de los inmigrantes, “construyendo puentes, no muros”.
Conoce más sobre la experiencia de los inmigrantes locales en el evento anual emblemático de EIA, Immigrant Voices, el jueves 8 de diciembre a las 7:30 p.m. en TACAW en Willits. Regístrate en línea en www.tacaw.org
Para ser voluntario, participar o donar a EIA, visita: www.englishinaction.org o llama al 970-963-9200.