Vanessa Harmony apuesta por el cuidado del medio ambiente en su vivero. Foto de Kathleen Cole

Vanessa Harmony es una digna representante de nuestra nueva era: innovadora, dinámica, y preocupada por el medio ambiente. Rompiendo los esquemas sociales de casarse y tener hijos, se lanzó a estudiar y experimentar formalmente la naturaleza. Ahora, de manera profesional observa, cuida y cura el buen crecimiento de seres arbóreos que han vivido algo más de cien años en esta región.
Harmony es la fundadora y dueña de Colorado Edible Forest en Glenwood Springs; vivero de arbustos, plantas, hierbas y árboles frutales que anhelan ser plantados en los hogares y granjas que se encuentren bajo el sol de este valle.
Fue una gran sorpresa verla tan fresca y guapa, me encontré con una mujer ajada por el sol, con las manos recias y de trato rudo. Al recibirme en su vivero, me quedé fascinada por su encantadora personalidad y conocimientos de horticultura y medio ambiente. Su visión y trayectoria han sido muy claras a través de la permacultura.
Le pregunté en qué consiste la permacultura, ya que para mí es difícil de comprender la teoría y ella me contestó señalando las plantas y arbustos llenos de vida que estaban frente a mi.
“Es un proceso de diseño basado en la observación de la naturaleza, utilizando procesos naturales para minimizar los insumos y la mano de obra. Por ejemplo, cultivar gusanos y micelio para construir el suelo, en vez de importarlo de la composta. Invitar a los insectos buenos a que consuman las plagas del jardín en vez de aplicar pesticidas”.
Harmony se ha trazado un camino original y novedoso dentro de su comunidad urbana y su tradición familiar ya que, “Nadie en mi familia o ancestros se había dedicado a cultivar o plantar”, confesó alegremente.
En su página web dice, “Mi misión es cultivar alimentos, construir suelo y nutrir la naturaleza, mi visión es el Bosque Comestible de Colorado”.
Ella recuerda que fue su padre el que la inició en las caminatas y senderismo en estas bellísimas montañas de Colorado.
“En las vacaciones de verano, veníamos a acampar y creo que lo que más me marcó para mi carrera fueron los varios programas de Campamento de Vida Silvestre y Aventura para Adolescentes de la Federación Nacional, aquí en Colorado”.
Fue en estos campamentos que descubrió las deliciosas berries, ese sabor de las frambuesas silvestres recién cortadas que ha sido para ella un recuerdo perenne.
Su impulso interior viene desde que era niña.
“Desde chiquita mi anhelo era salvar el medio ambiente, quizás estaba preocupada, pues viví varios años en una ciudad muy grande y populosa, con graves problemas de desigualdad y contaminación”.
Toda su familia materna habla indistintamente el español e inglés. Su bisabuela materna fue mexicana, sus padres del Sur de Texas y, por caprichosas razones de la vida, ella creció en Yakarta, Indonesia y también vivió algún tiempo en Madrid.
“Mi madre es la que nos ha nutrido a mi papá, a mi hermano y a mí, con sus cuidados y cariños”. Afirmó, con una dulce sonrisa, y entonces le cambió la expresión al decirnos:
“Ahora soy yo la que nutro y cuido a los nietos y bisnietos de esos seres arbóreos que habitaron desde hace centenas de años en Basalt, Emma y Carbondale. Estos árboles que he plantado con injertos de los árboles frutales de la región son como mis hijos. Son el legado de aquellos granjeros que plantaron por primera vez manzanos, duraznos, ciruelos, y tantos otros en lo que ahora es Basalt. Son los que me han dado pertenencia e identidad”.
Después de una sólida preparación y educación en materia de permacultura, de horticultura, y plantas comestibles perennes, Harmony consolidó su oficio colaborando con Jerome Ostenowski por varios años.
Le pregunté cuál era su mayor fortaleza y ella me contestó que siempre le ha sorprendido su gran capacidad de adaptación y apertura al cambio. Para llegar a lo que ha logrado tuvo que superar obstáculos y explorar muchos senderos. El hecho de haber estado tan cerca de la naturaleza y de observarla hasta en los mínimos detalles le han enseñado que hay una inclinación muy marcada en los seres vivos para adaptarse y florecer.
Colorado Edible Forest está ubicado en las Rivendell Farms, muy cerca del campus de Colorado Mountain College en Spring Valley de Glenwood Springs. El vivero consta de dos secciones.
La primera está compuesta de arbustos comestibles perennes como las fresas, las frambuesas rojas y negras, las grosellas, los capulines, bayas, y variadas hierbas comestibles. Nos mostró una alcachofa de Jerusalén cuya raíz es muy benéfica para los diabéticos y se puede cultivar en pequeños arbustos en casa o incluso en macetas.
La segunda sección son los árboles injertados comestibles; Manzanos, duraznos, melocotones, albaricoques, ciruelos y requieren de mucho más terreno. Es aquí donde ella cuida los injertos de los primordiales ciruelos y manzanos de los huertos de Emma.
Dentro de los planes futuros a corto plazo de Harmony es poder generar uno o dos empleos que la ayuden con el cuidado del vivero y, así, poder desarrollar talleres para educar y enseñar los habitantes de este Valle los beneficios que hay al plantar y diseñar con permacultura.