Traducción por Dolores Duarte
Con las obras en las carreteras y un gran número de coches en ella, se produce un mayor número de inactividad y esperas para que el tráfico se mueva, con el aire acondicionado del vehículo encendido (o con las ventanas abajo).
Desplazarse es una necesidad diaria en la ladera oeste para muchos, si no es que para la mayoría de los habitantes de la zona. Ya sea regresando del trabajo a través de Crystal Valley por la autopista 133 o, como la mayoría de la gente de por aquí, a través de los cañones hacia el oeste por la I-70 hasta New Castle o hacia el este hasta Gypsum, algunas noches los viajeros se preguntan si acaso lograrán llegar a casa.
Cuando los recientes desprendimientos de lodo se produjeron en la autopista 133, la gente se quedó a un lado de la carretera esperando a que el Departamento de Transporte de Colorado (CDOT) acudiera al rescate despejando el camino. Algunas personas se estacionaron y dejaron sus coches antes de atravesar el espeso lodo rojo y caminar el resto del camino a casa. La mayoría se dio la vuelta y encontró refugio para pasar la noche en otro lugar.
Para ayudar a prevenir catástrofes similares, el CDOT contrató a Geovert para que realizara trabajos de mitigación de desprendimientos de rocas en la autopista 133 a partir de abril y se espera que los trabajos continúen hasta octubre. El esfuerzo conlleva retrasos en el tráfico para los viajeros. “La mitigación de desprendimientos de rocas es una de las mejores formas de mantener la seguridad en las carreteras rurales de Colorado”, dijo la directora ejecutiva del CDOT, Shoshana Lew.
La Cámara de Comercio de Glenwood Springs puso a The Sopris Sun en contacto con algunos representantes de empresas cuyos viajes de trabajo se vieron drásticamente afectados por el cierre de la I-70.
Nancy Heard, directora general del parque de aventuras Glenwood Caverns, dijo que tenían dos empleados que se desplazaban desde Gypsum y que el desvío por el paso de Cottonwood los estaba “agotando por completo”. La dirección llegó a ofrecer a los empleados alojamiento para que no tuvieran que hacer el viaje extra.
El Valley View Hospital (VVH) también tiene una cantidad de personal médico que vive al otro lado del Cañón Glenwood. “Imagínate a una enfermera que ha estado trabajando en cuidados intensivos durante su turno y luego añade esa cantidad de tiempo a su viaje”, comentó Stacey Gavrell, jefa de relaciones comunitarias del VVH.
Pero la ayuda llegó del cielo. “En el mundo de los pilotos, existe algo que se llama una asociación de propietarios de aeronaves y pilotos que asignan a una persona, o a un voluntario, para que ayude en un aeropuerto. Así que yo soy ese voluntario para el aeropuerto de Glenwood Springs”, dijo Eric Strautman. También es optometrista en 20/20 EyeCare.
Strautman se coordinó con otros pilotos que aprovecharon la oportunidad para ofrecerse como voluntarios y transportar al personal médico que se desplazaba desde el este del Cañón Glenwood hasta el VVH. Organizó al menos tres ocasiones diferentes para transportar al personal médico del VVH al Aeropuerto Municipal de Glenwood Springs y dijo que “[hay] unos 15 pilotos más que se ofrecieron adicionalmente para poner sus aviones a disposición si fuera necesario”.
Gavrell mencionó que el cierre de la I-70 puede afectar a los pacientes que llegan al hospital para recibir atención especializada, como el laboratorio de cateterismo cardiovascular del VVH, que es único en la región. También añadió que el cierre planteó preocupaciones sobre la cadena de suministro médico. “Tenemos suministros médicos vitales que tienen que llegar al hospital”, explicó, “como el oxígeno y los suministros para las cirugías”.
Es probable que el CDOT siga decretando cierres temporales en la I-70 cuando se prevean lluvias. Después de esperar durante horas o días a que se abra un tramo de carretera, la espera de 20 minutos en la autopista 133 para mitigar los desprendimientos de rocas puede no parecer tan mala, y más bien – necesaria.
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