Geneviève Villamizar, residente de Carbondale, prepara la carne de una vaca alce que se había atravesado en un poste de la cerca de su hogar. Foto de cortesía

Por Danielle Davis
Traducción por Dolores Duarte

“Dada mi experiencia previa en Alaska, después de reubicarme en el valle del Roaring Fork, me resultó curioso que los animales [a lo largo de la carretera] se les dejara animales carroñeros”, dice Mike Fleagle, residente de Missouri Heights, quien se mudó aquí en 2018.

Fleagle es un nativo de Alaska (de la tribu Iñupiaq), ex presidente de la Junta de caza de Alaska y ha cazado y vivido de alimentos silvestres toda su vida. 

En noviembre de 2018, Fleagle recuerda haber visto un ciervo recién golpeado en la mediana central de la autopista 82, esa fue la primera vez que utilizó el permiso de salvamento dispensado por Colorado Parks & Wildlife (CPW) y las agencias de policía locales para recoger animales atropellados. 

Con su ciervo atropellado, Fleagle cortó y envasó asados, carne para guisar y bistec, hizo hamburguesas con sebo vacuno comprado (grasa cruda y dura, ideal para freír) y salchichas italianas con sebo de cerdo comprado y luego hizo algunas salchichas “para un regalo especial”.

La segunda vez que Fleagle utilizó el permiso fue para cazar un alce macho (también en la 82) cerca de Aspen. 

“Llamé a la central del condado de Pitkin, les dije que el alce no sobreviviría a sus heridas y pedí un permiso de salvamento en la misma llamada telefónica”, explica Fleagle. “Un ayudante del sheriff acudió al lugar, sacrificó al animal e incluso me dio una bolsa para cadáveres para mantener limpio el interior de mi vehículo”.

Las conversaciones con los agentes locales de la CPW, tanto en Glenwood Springs como en Carbondale, dejan claro que el permiso cuenta con un amplio apoyo. “Si es dentro de las 48 horas del incidente, cualquiera puede llamar a nuestra oficina y obtener un permiso”, dice el oficial de CPW de Carbondale, John Groves. “Incluso se sabe que organizaciones locales de rescate de animales salvajes han solicitado un permiso para recuperar la carne atropellada para alimentar a los animales”.

Groves es cuidadoso en recalcar que el permiso no incluye que los usuarios puedan recoger los cuernos: éstos siguen siendo propiedad del estado (en un esfuerzo para evitar que la gente utilice el permiso solo para llevarse los cuernos debido a su valor monetario).

“En Alaska hay un gran interés por la caza y por el sorteo de permisos para cacerías limitadas. En consecuencia, también hay un gran interés por obtener carne de caza por cualquier método, incluido el atropellamiento”, dice Fleagle, que también fue presidente de la Junta Federal de Subsistencia, un organismo regulador exclusivo de Alaska con autoridad para regular tanto la caza como la pesca en terrenos federales.

Ante tal demanda, el estado de Alaska ha tenido que limitar la distribución de animales muertos en la carretera únicamente a organizaciones benéficas, tales como bancos de alimentos. 

El rendimiento de la carne de un alce grande puede ser como el de un buey, que suele ser el 40% del peso colgante de la canal. Para poner esto en el contexto de la comida, una carcasa de 600 libras puede producir hasta 250 libras de carne picada, asados, filetes y otros cortes. Esa es mucha comida como para dejarla al lado de la carretera.

El permiso de la CPW no es sólo para los animales atropellados por vehículos. Otra residente de Carbondale, cazadora y embajadora local de Backcountry Hunters & Anglers, Geneviève Villamizar, solicitó un permiso para recoger la carne de una vaca alce que se había atravesado en un poste de la cerca. 

“Con esta vaca alce, pude dedicar tiempo a explorar su cuerpo físico. Le hablé en todo momento, agradeciéndole su carne”, dice Villamizar. “Después de dejar descansar sus cuartos durante dos semanas, invité a amigos a intentar probar con carnicería y a preparar las comidas. Fue impactante compartir su vida”.

Al conversar con defensores de la fauna local y entusiastas de la caza silvestre, ellos plantean importantes cuestiones sobre las medidas que tomamos para mitigar los atropellamientos aquí en el valle del Roaring Fork, donde la autopista 82 separa el campo en dos lados y es la principal arteria para los viajeros. Hay propuestas para aumentar la regulación (control de la velocidad) y las estructuras de la autopista (como los pasos elevados) para reducir la incidencia de los accidentes en primer lugar.

Con medidas de prevención adicionales, podríamos ver menos sucesos de muertes en masa como el ocurrido el 28 de diciembre de 2021 en la 82 cerca de Glenwood Springs: una manada de alces que cruzó a través de una abertura en la cerca para animales silvestres cerca del marcador de la milla 7, y creó una situación triste y peligrosa.

Afortunadamente, no murió ninguna persona en el incidente, pero murieron unos 10 alces, y se llamó a las autoridades del condado de Garfield para despejarlos de la carretera. El Departamento de Transporte de Colorado desalienta que la gente se alinee a lo largo de las carreteras más transitadas para obtener animales muertos, pero se apoya el uso del permiso de salvamento de la CPW.

“Los dos animales atropellados que he recogido hasta ahora me han proporcionado más de un año de carne fresca para mi familia”, dice Fleagle. “Siempre he pensado que debería haber un grupo, o al menos un coordinador, con el que una agencia policial pudiera ponerse en contacto en caso de un incidente, y entonces ese grupo podría elaborar una lista de personas que habrían expresado interés en recoger carne de animales atropellados”.