Traducción por Dolores Duarte
Después de dar a luz a mi primer hijo, mi esposo y yo pensamos que podíamos amañar nuestros horarios para no tener que pagar la guardería. Él trabajaba de 6:30 a.m. a 2:30 p.m. y yo trabajaba como recepcionista en el Ritz-Carlton de 3:00 p.m. a 11:30 p.m. El horario era brutal, ya que yo era la responsable de levantarme por la noche para alimentar a mi bebé.
Después de unos tres meses, la privación del sueño se apoderó de mis días. Mi sonrisa forzada y mi desempeño “en el escenario” empezaron a decaer. Viviendo una narrativa cada vez más falsa de “es un placer”, empecé a buscar desesperadamente por una guardería.
Llamé a todas las guarderías desde Aspen hasta Carbondale, y el resultado fue el mismo: lista de espera, lista de espera, lista de espera. Volví a llamar semanalmente hasta ese glorioso día en que la recepcionista dijo: “Sólo tenemos un día-“.
“¡Lo tomo!” dije como un niño que arrebata un juguete. Con cada día adicional de guardería, mi lucidez vino de vuelta.
Planifiqué tener a mi segundo hijo considerando la inclusión en el preescolar Blue Lake. De hecho, llamé a la escuela para decirles que estaba embarazada incluso antes de decírselo a mi familia. El preescolar se había convertido en mi comunidad, y no iba a arriesgarme a perderlo.
Mi hijo empezó el kindergarten este año, y nuestra temporada de preescolar finalizó. La ceremonia de graduación fue muy dulce, con nuestro hijo de pie junto a sus compañeros de clase como un “genuino gángster” que había asistido a la escuela desde los tres meses hasta los cinco años de edad.
Durante los ocho años que confié en el preescolar Blue Lake para resguardar a mis hijos, ellos se convirtieron en parte de mi familia. Si no hubiera encontrado una guardería, podría haber tenido que abandonar el trabajo, una tendencia que experimentaron muchas madres durante la tenaz pandemia. Hoy, hay más de 500 personas en lista de espera para Blue Lake, con un promedio de espera de dos años.
Durante los últimos 20 años, Michelle Oger ha sido la directora ejecutiva del preescolar Blue Lake. Subraya que es imperativo que los padres que esperan un hijo se inscriban en las listas de espera de las guarderías tan pronto como sepan que están embarazadas, sobre todo si son padres que trabajan y no tienen un sistema de apoyo cercano.
“Hay muchas familias que no saben que hay escasez de guarderías”, dijo, “tanto si están en el valle y es su primer hijo como si son personas que se trasladan desde fuera de la ciudad, especialmente desde la cordillera frontal o una ciudad más grande donde hay abundancia de guarderías”.
El preescolar Blue Lake está abierto durante las vacaciones escolares, los días festivos y el verano para ayudar a padres que trabajan. Es una de las pocas guarderías que ofrece un servicio de cuidado de niños de día completo, de 7:30 a.m. a 5:30 p.m., y que acepta bebés de hasta seis semanas. Su tarifa promedio por día completo es de $76 dólares por niño.
Oger dijo que es difícil pero esencial pagar un salario digno a los profesores, muchos de los cuales se desplazan desde Silt o Rifle. También ofrecen cuidado antes y después de escuela para niños en edad escolar, proporcionando servicios de entrega y recogida para cinco escuelas primarias de la zona.
La escuela compensa su déficit anual presupuestario de $200,000 dólares con recaudaciones y subsidios. Blue Lake ofrece un fondo de becas basado en los ingresos que mantiene los costos de la guardería por debajo de un determinado porcentaje de los ingresos de los padres. La beca, sin embargo, depende del financiamiento de subsidios.
Oger dijo que el cuidado de los niños “es un acto de equilibrio para tratar de mantener el cuidado de los niños accesible, especialmente para las personas con dos o incluso tres niños en preescolar. Es extremadamente costoso y a menudo aún más que su hipoteca”.
Blue Lake es un preescolar privado que ofrece atención a 147 niños en El Jebel y a otros 39 en su nueva sede de Carbondale. Están planeando una expansión de su ubicación en Carbondale, que hará espacio para 45 niños más y servicios extraescolares para el otoño de 2023. Blue Lake también tiene un nuevo centro preescolar en obras, situado frente a The Arts Campus at Willits. Tendrá capacidad para hasta 150 niños, pero la obra tiene un plazo más largo para completarse.
La crisis del cuidado de niños agrega presión a la mano de obra y crea un estrés emocional y financiero a los padres. Las empresas, los gobiernos y los individuos deben unirse para garantizar la salud psicológica y económica de nuestra comunidad, empezando por la generación más joven.
La flexibilidad en los horarios de trabajo ayudaría a aliviar los problemas logísticos de muchos padres. Aunque no es realista que los horarios de trabajo coincidan con los de la escuela, creo que las empresas deben dar prioridad a la conciliación de la vida laboral y familiar para que los padres puedan estar más presentes en la vida de sus hijos. Es fundamental para una sociedad saludable. Mientras tanto, los padres seguirán esforzándose por organizar el cuidado de niños y averiguar cómo pagarlo”.
Oger dijo: “Las empresas y los miembros de la comunidad deberían apoyar la educación infantil porque afecta a las experiencias de compra, a las experiencias gastronómicas y a la recreación. … Si no hay gente para trabajar en esos lugares, no estarán abiertos”.