Volver a lo Esencial: Triny Rochin

Como ya se ha mencionado en este espacio, es nuestra intención volver las familias a la práctica de los principales valores fundamentales. Cada uno de nosotros tiene su propia escala de valores, esto significa que cada uno actuará de manera diferente antes las situaciones de la vida de acuerdo con lo que para esa persona sea importante o de valor. Los seres humanos tenemos un valor intrínseco, absoluto. Cada persona tiene un valor especial y hemos de tratarlas con el debido respeto, en realidad, debemos actuar respetuosamente, aunque sintamos poca o ninguna admiración por otra persona u objeto.  

¿A qué exactamente nos referimos cuando hablamos del respeto? De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española “El respeto está relacionado con la veneración o el acatamiento que se hace a alguien”. Respetar es honrar, considerar y ser amables o corteses principalmente con las personas, pero también con lugares, con las costumbres o tradiciones, así como con instituciones y los oficios de las personas. Si el respeto es modelado y enseñado como un valor en la familia, tendremos individuos respetuosos en los campos de trabajo, en las escuelas y la sociedad como tal se verá beneficiada ya que la conducta respetuosa fomenta relaciones armoniosas y hace que las situaciones ásperas o difíciles de la vida sean más fáciles de manejar.

Debemos respetar a todas las personas, desde nuestros padres, cónyuge, hijos y ancianos. Así como a todas las personas puestas en autoridad sobre nosotros, como lo son gobernantes, toda persona que representa autoridad en el trabajo, en las escuelas e iglesias. En fin, a toda persona sin distinción de sexo, color, nacionalidad, credo o clase social. Debemos incluso respetar nuestros cuerpos, respetar las propiedades ajenas, la reputación y las opiniones de otras personas, así como sus derechos. 

Hay diferentes maneras de mostrar el respeto, en todas las culturas de todos los tiempos ha habido diferentes formas de hacerlo. Algunos ejemplos de esto son, quitarse el sombrero ante una persona o ponerse de pie al cantar el himno de una nación. Así también en la familia hay muchas maneras de mostrarles a nuestros seres queridos que les valoramos por medio del respeto que les damos. Nuestra familia debe saberse no sólo amada sino respetada, esto les hará sentirse valorados y afirmados en su identidad. 

En la familia, las muestras de respeto pueden ir desde lo más sencillo hasta lo más complejo, algunas de estas son: el recordar y estar presentes en fechas y eventos importantes para otros miembros de la familia, cuando estamos presentes les estamos dando un valor y un respeto, les estamos dejando saber que tan importantes son para nosotros. 

La manera en la que miramos es otra manera de dar o faltar al respeto a alguien, hay miradas que pueden ser despectivas, o simplemente el no voltear a mirar, es común hoy en día que mientras alguien nos habla uno continúe con su mirada puesta en su celular o algún otro dispositivo electrónico negando así su atención y faltando al respeto a la otra persona.

Lo que decimos y cómo lo decimos puede también ser una manera de mostrarnos respetuosos o irrespetuosos, debemos cuidar el tono de nuestra voz, y evitar a toda costa el sarcasmo o las palabras que puedan herir o dañar los sentimientos de nuestros seres queridos. Hay ocasiones en que nos abstenemos de decir las cosas, pero lastimamos de otras maneras, como con nuestras expresiones faciales o corporales, estas deben siempre ser las apropiadas, realmente debemos estar dispuestos a cambiar toda actitud o comportamiento que pueda hacer daño a quienes más amamos, a nuestra familia. 

 Aunque es importante saberse divertir en familia, la risa no debe ser a cuesta de los sentimientos de nuestros seres queridos, debemos entender que las personas, algunas cosas o temas simplemente no son los adecuados para bromear, la burla puede ser muy dañina, evitemosla. 

Finalmente, es de vital importancia que el matrimonio se trate con amor y respeto entre sí, esto causará un impacto en los hijos, en el caso contrario el impacto será negativo. Sin respeto uno tiende a responder con un comportamiento inapropiado. Ahora, le invito a meditar en su propia situación familiar, tal vez pueda recordar algún momento cuando alguien en la familia se sintió irrespetado, ¿cómo manejo la situación? Recuerde, tanto padres como hijos necesitamos sentirnos amados y respetados. Si usted desea profundizar en este tema o recibir ayuda, contáctenos, estaremos felices de conectarlo a expertos en consejería familiar.