Rosa Contreras, conocida por sus talentos como estilista, es propietaria del Main Street Barber Shoppe en Carbondale. Este verano, tras mucha entrega preparando documentos y estudiando la historia de los EE. UU., ella cumplió el gran paso de conseguir su ciudadanía.
En el caso de Contreras, que lleva 14 años viviendo en el país, fue necesario mantener un permiso de trabajo por tres años y luego un permiso de residencia por cinco años antes de poder aplicar para la ciudadanía.
“Aplique en noviembre”, nos contó, “y el 14 de mayo me llegó la fecha de la entrevista para mi examen”.
Ese día, gracias a su trabajo, pasó el examen para convertirse en ciudadana con un juramento el 28 de mayo.
“Tome clases por dos años porque yo me quería preparar muy bien. Yo quería tener la seguridad de que a la primera vez lo iba a pasar”. Además de clases con English in Action, encontró una aplicación de internet para estar siempre estudiando. “Deje mis actividades, mis hobbies, lo deje por un lado y me concentré únicamente en aprender lo que se requería para obtener la ciudadanía”.
Mientras cortaba pelo en la barbería, invitó a que sus clientes practicaban con ella. “Fue muy divertido, porque la mayoría de los americanos, cuando tu les dices que lean las preguntas, ¡ellos dicen que soy más inteligente que ellos mismos porque ese proceso ellos no lo podrían hacer!”
Y aún más difícil es en el segundo idioma de uno. Aun así, Contreras motiva a que la gente pensando en aplicar para obtener su ciudadanía no tenga miedo. “No hay que tener miedo, hay que tener seguridad en uno mismo. Por supuesto, los nervios allí están. Pero no puede uno dejar su vida o decisiones o sueños en las manos de otras personas”.
La motivación para lanzarse cuando decida algo también sirvió a Contreras cuando estudió cosmetología en los EE. UU. Aunque ya tenía un local en Guatemala por varios años, era necesario entrar en la academia para conseguir una licencia y seguir practicando su carrera en un nuevo país. “Dije yo, si otra gente lo puede hacer… ¿porque yo no?”
Dice que renovar un permiso de residencia muchas veces cuesta más que agarrar la ciudadanía, y no hay que preocuparse. “Los gringos no muerden”, nos dijo con una risa.
Contreras está emocionada por ya poder votar en las elecciones. “Estoy muy agradecida con todas las personas que me ayudaron a dar ese paso”.
“Brindo mi ayuda si alguien necesita ayuda o una información sobre eso… como mandar la aplicación, como estudiar, qué fue lo que hice para obtener la ciudadanía. Yo, la verdad, estoy muy feliz porque ya mi pensamiento, de si uno está bien o no está bien en este país, eso ya quedó atrás”.
Un mes después de que Contreras recibió su ciudadanía, también lo logró una de sus tres hijas. Ahora faltan las otras dos. “La verdad, yo estoy muy, muy contenta y agradecida con este país por las oportunidades que nos da. Quiero decir que sí, es el país de las oportunidades. Solo que tienes que hacer las cosas correctamente, que es difícil pero no es imposible”.