Por Benjamin Waddell
Traducción por Dolores Duarte
Los residentes del Westside Mobile Home Park de Durango, en el sur de Colorado, lo calificaron como un milagro. Tienen un contrato para comprar el terreno en el que se asientan sus casas, su alquiler no subirá y demostraron que la cooperativa de viviendas que habían fundado tenía poder de permanencia.
El futuro de Westside no era un hecho. El propietario neoyorquino, Neal Kurzner, rechazó su primera oferta, diciendo que tenía un comprador corporativo que poseía muchos parques de remolques y que estaba dispuesto a pagar $5.5 millones de dólares en efectivo. Dio a la comunidad sólo siete días para presentar una oferta en efectivo.
“Sabíamos lo que estaba en riesgo”, me dijo la residente Darcy Díaz. “Pero ¿cómo conseguir $5.5 millones de dólares?”.
Díaz, que creció en Colombia y se mudó a Westside en 2018, sabía que su única esperanza era organizarse. Con un grupo de otros residentes decididos, Díaz ayudó a iniciar la cooperativa Westside Mobile Home Park.
Lanzó una cuenta de GoFundMe, abrió una página de Facebook y preparó tamales, pozole y empanadas para recaudar fondos para la causa. Entonces Local First, que apoya las iniciativas de desarrollo en el condado La Plata, concedió a Westside $140,000 dólares en efectivo más un préstamo de $395,000 dólares a cero intereses, mientras que la comunidad de Durango se volcó, ayudando a Westside a recaudar algo más de $50,000 dólares en menos de una semana.
Mientras tanto, Stefka Fanchi, quien dirige Elevation Community Land Trust, consiguió el apoyo de funcionarios del condado, bancos y un puñado de organizaciones sin fines de lucro. La relación de la cooperativa Westside con Elevation, que aboga por soluciones de vivienda para la clase trabajadora, proporcionó la garantía necesaria para apoyar el proyecto.
El resultado: en sólo cinco días, Elevation y Westside reunieron $5.56 millones de dólares en efectivo más los gastos de cierre. El 25 de marzo presentaron su oferta.
Durante casi una semana, la comunidad esperó la respuesta, y muchos residentes dijeron que apenas podían dormir.
Entonces, el 31 de marzo, Fanchi dijo que tenía noticias. Díaz y sus compañeros organizadores se reunieron en torno a una computadora en la cocina de un vecino. “Ha sido una semana muy dura”, comenzó Fanchi a través de Zoom. “Y tengo una novedad, y es que ¡vamos a comprar Westside Mobile Home Park”.
“¡Aceptaron!”, gritaron los residentes, llorando, y volviéndose unos a otros con inmensa alegría. Díaz abrazó a su hija de dos años, y en la pantalla, Fanchi y sus colegas lloraban.
El éxito de Westside da esperanzas en un mercado de la vivienda en el que los parques de casas móviles se venden a menudo con un breve aviso, seguidos de grandes subidas de los alquileres o desalojos.
Pero el éxito de Westside es una excepción. Desde 2020, cuando Colorado comenzó a exigir a los propietarios de parques de remolques que notificaran a sus residentes su intención de vender, más de un centenar de parques de remolques se han puesto en el mercado y sólo cuatro han conseguido comprar el terreno en el que se encuentran.
Ahora, Colorado necesita aprobar una legislación adicional que conceda el primer derecho de rechazo a los residentes de los parques, les dé más tiempo para presentar una oferta y limitar el porcentaje que los parques pueden aumentar el alquiler. Un proyecto de ley para hacer precisamente eso ha sido presentado por el representante demócrata estatal Andrew Boesenecker.
Los residentes de Westside Mobile Home Park necesitaban un milagro, y lo han conseguido. Pero el acceso a una vivienda digna no debería depender de los milagros. Debería ser simplemente como son las cosas.
Benjamin Waddell es colaborador de Writers on the Range, writersontherange.org, una organización sin fines de lucro dedicada a estimular la conversación sobre el oeste. Es profesor asociado de sociología en el Fort Lewis College en Durango.