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Educadores de primera infancia se adaptan a la brecha de cuidado infantil en la región

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Por Laurine Lassalle

Aspen Journalism

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Traducción por Edgar Barrantes

Nota de la editora: Esta historia es la segunda de una serie de dos partes que examinan el panorama del cuidado infantil en los valles de Roaring Fork y Colorado River. La Parte 1 analiza el panorama desigual de la primera infancia en toda la región y su limitada capacidad con licencia. Puede leer la historia completa en el sitio web de Aspen Journalism.

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Rebecca Fuller dirigía una peluquería en Glenwood Springs hace 14 años cuando quedó embarazada. Pensó que podría llamar cuando estuviera lista para volver al trabajo y conseguir un lugar de cuidado infantil para su hijo recién nacido, pero eso no fue lo que sucedió.

“No tenía idea de que era tan difícil encontrar cuidado de niños. Así que empecé a quedarme en casa, no volví a mi carrera de estilista,” comentó Fuller. “Me quedé en casa y estaba viendo a los hijos de un par de amigos que también habían trabajado en la industria, y luego llegué al punto en que pensé, bueno, mejor obtengo una licencia y lo hago legalmente.”

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Luego obtuvo la licencia a través del estado y realizó varios cursos previos a la licencia. “Después de unos meses resultó que realmente disfrutaba estar en casa con los niños,” dijo. “Así que fue realmente un cambio sorpresivo de carrera. No lo planeé. Sucedió debido a la falta de opciones de cuidado infantil para mí.”

Fuller, una proveedora de cuidado infantil en el hogar con sede en New Castle, es uno de los 30 proveedores familiares con licencia ubicados entre New Castle y Parachute incluidos en el Informe de Datos de la Encuesta de Proveedores con Licencia, publicado el mes pasado por Confluence Early Childhood Education Coalition (CECE). Este informe se basa en un cuestionario distribuido por CECE entre junio y septiembre a los 71 proveedores de cuidado infantil autorizados en ese momento con el estado de Colorado entre Aspen y Parachute. Todos respondieron excepto un proveedor. Los resultados de la encuesta mostraron que hay aproximadamente un lugar con licencia disponible para cada dos niños en toda la región. Como exploramos en la primera parte de esta serie, el panorama del cuidado infantil es desigual en el valle y la capacidad difiere. Los bajos salarios de los maestros y el alto costo de vida en los valles de Roaring Fork y Colorado River son los factores principales que inducen a la falta de lugares para el cuidado de niños.

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Aunque el hijo de Fuller ahora está listo para ingresar a la escuela secundaria, ella aún se preocupa por los pequeños. Su cuidado de niños en el hogar tiene licencia para nueve niños. No cuenta con otros empleados, pero su esposo y su hija adulta le ayudan de vez en cuando.

Con el aumento de los precios de la vivienda en Roaring Fork Valley, más y más familias se han mudado más al Valle del Río Colorado en los últimos 10 a 20 años. El Estudio de Vivienda de la Región Roaring Fork del 2019 señaló que casi el 40% del crecimiento de la población de la región entre el 2001 y el 2017 ocurrió en el área comprendida entre New Castle y Parachute. “Están apareciendo muchas viviendas, pero no necesariamente más cuidado infantil,” afirmó Kelly Esch, directora de Early Childhood Network.

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Fuller ha sido testigo de este cambio. Ha ampliado su horario de atención desde que abrió: El horario, que antes era de 8 a.m. a 5:30 p.m., es ahora de 7:30 a.m. a 6 p.m. “La gente vive más lejos y tiene que viajar tanto que he tenido que cambiar mi horario para acomodar a las familias para que tengan tiempo de ir y regresar del trabajo.”

También dijo que está recibiendo más llamadas de padres que quieren estar en su lista de espera mientras piensan en tener un bebé en lugar de buscar opciones de cuidado infantil cuando se reincorporan al trabajo.

Fuller agregó que algunas familias han estado en esa lista durante dos o tres años. A veces, cuando es su turno, no necesitan el lugar para el niño que registraron inicialmente, sino para el hermano menor de ese niño.

Sally Boughton, directora de desarrollo y comunicaciones de Valley Settlement, una organización sin fines de lucro de servicios sociales con sede en Glenwood Springs, dijo que ha visto a familias desplazadas valle abajo y al oeste en los últimos años— especialmente durante el apogeo de la pandemia. “Nos hemos movido con esa gente y los mantuvimos inscritos en nuestros programas siempre que pudimos,” afirmó Boughton.

El preescolar de Valley Settlement, El Busesito ofrece cuidado infantil a familias latinas desde Basalt hasta Glenwood Springs. El entorno es diferente al de proveedores de cuidado infantil tradicionales, que normalmente se encuentran en un solo lugar. El Busesito es un autobús que recorre varios barrios y brinda educación preescolar bilingüe gratuita a 96 niños. Entre el 2011 y el 2012 la organización descubrió, mediante entrevistas con su base de clientes, que menos del 1% de los niños en edad preescolar en familias latinas de bajos ingresos en el valle estaban inscritos en preescolar, principalmente debido al costo, falta de cupo, barreras del idioma y carencia de transporte.

Pero a medida que más familias, incluidas las latinas, se mudan al oeste del condado de Garfield, Valley Settlement busca en los próximos años desarrollar asociaciones potenciales en ese lado del condado para brindar servicios y cuidado infantil adicionales.

  

Matrícula costosa con salarios bajos

“El verdadero costo de la atención en el mundo de la primera infancia … es realmente alto, por lo que los padres están pagando mucho dinero para enviar a sus hijos a un lugar si pueden conseguir uno, pero en el otro extremo, los proveedores no están haciendo mucho dinero,” dijo Katie Langenhuizen, quien se desempeñó como directora de CECE hasta fines de febrero. “En realidad se siente como si fuera un modelo de negocio en el que todos pierden de muchas maneras.”

Según la encuesta, la matrícula mensual promedio desde Parachute hasta Aspen es de $1.300 para bebés, $1.277 para niños pequeños y $1.115 para niños en edad preescolar, según el informe de CECE. Estas cantidades a menudo levantan una barrera financiera para las familias.

Adele Melnick, directora del centro de cuidado infantil Growing Years en Basalt, expuso que los centros de cuidado infantil no cuentan con los fondos que tienen las escuelas públicas. En cambio, tienen que depender de la matrícula y las subvenciones. “Lo triste es que la matrícula por sí sola nunca cubre el costo de administrar un centro de cuidado infantil de alta calidad,” comentó.

En Colorado, la financiación pública—que incluye el Programa de Asistencia para el Cuidado Infantil de Colorado (CCCAP, por sus siglas en inglés), el Programa Preescolar de Colorado (CPP), la Educación Especial Preescolar y Head Start/Early Head Start—cubre aproximadamente el 28% de los costos del cuidado infantil, de acuerdo con un estudio del Bell Policy Center publicado en enero del 2022. El resto está cubierto por los costos de matrícula.

Melnick estimó que aproximadamente el 70% de la matrícula se destina a salarios, mientras que el otro 30% se destina a servicios públicos, como electricidad, o el plan de estudios y otros servicios que brindan a cada niño.

“Así es como mantenemos las puertas abiertas,” dijo Melnick. “No tenemos a nadie más que esté complementando el cuidado infantil.” La matrícula cubre alrededor del 75% del costo total de atención. 

Colorado se encuentra entre los 10 estados más caros en cuanto a costos de cuidado infantil. El Bell Policy Center reportó que el costo anual promedio del cuidado de un niño de 4 años en Colorado alcanza los $12.095 en un centro y $9.953 en un hogar de cuidado infantil familiar. Los promedios nacionales son de $8.672 y $7.148, respectivamente.

Aunque las tasas de matrícula son altas, el salario medio por hora en la región de Parachute a Aspen es de $23.50 para un maestro principal y $18 para un maestro asistente, lo que genera escasez de personal. Los salarios son más altos que el salario medio por hora en todo el estado para los trabajadores de cuidado infantil de $14.50 en el 2021, según el Departamento de Trabajo y Empleo de Colorado, y el salario medio nacional de $11.43 por hora.

El informe de CECE indicó que durante el año escolar 2021-22, 104 miembros del personal de educación temprana se fueron, citando como razones mejores salarios y reubicación. (La encuesta no contó el número total de empleados). “Cuando se les preguntó si habían pensado en dejar la profesión, el 56% de los proveedores dijeron que sí. Las principales razones fueron los bajos salarios, trabajar muchas horas y estar agotado por el nivel de estrés y el papeleo,” según el informe.

Fuller dijo que recibió una subvención de estabilización federal para proveedores de cuidado infantil durante la pandemia y ofreció descuentos y becas para ayudar a las familias a compensar algunos de los costos, pero antes de eso, no recibió ninguna subvención significativa. 

También dijo que, con la inflación, los proveedores que preparan comidas para sus hijos tuvieron que aumentar sus tarifas debido al aumento en los costos de los alimentos. “Simplemente estamos tratando de hacer lo que hacíamos antes y ofrecer los mismos servicios, como comidas y similares, que hacíamos hace unos años”, señaló Fuller.

 

Buscando soluciones

Melnick dijo que el condado de Pitkin y la ciudad de Aspen han estado ayudando a brindar mejores salarios a sus empleados. El programa Kids First de la ciudad de Aspen creó un suplemento salarial para maestros de $500 por mes para empleados de tiempo completo y de $250 por mes para maestros de medio tiempo que tiene como objetivo ayudarlos a pagar la vivienda.

Megan Monaghan, que dirige Kids First de Aspen, dijo que su programa ofrece asesoramiento y capacitación, talleres para padres y ayuda financiera para familias que califican para ayudar a pagar el cuidado infantil.

Kids First comenzó el año pasado un programa de pasantías de un año en el que se contrata a una persona sin mucha experiencia y aprende los trucos del oficio. Mientras siguen aprendiendo y finalmente se acreditan como maestros de primera infancia, la ciudad les paga. Después de ese año, obtienen un trabajo en un centro de cuidado infantil en cualquier lugar que deseen—aunque idealmente en el condado.

“Graduamos a nuestro primer pasante en agosto y todavía está trabajando en un programa en el condado de Pitkin,” dijo Monaghan. “Eso es como llenar la tubería para el personal calificado.”

La analista de Bell Policy Center, Perrine Monnet, dijo que la financiación que se destina al cuidado infantil varía de una comunidad a otra. Algunos pueden aprobar un impuesto local sobre las ventas, como Aspen, o un impuesto de alojamiento que financia programas de educación para la primera infancia, pero no todas las comunidades pueden hacerlo. “Las comunidades locales no tienen los mismos recursos para brindar atención,” dijo Monnet.

En los últimos años, y especialmente desde que inició la pandemia, las conversaciones nacionales han girado en torno al cuidado infantil, creando oportunidades de financiamiento para ayudar a los proveedores existentes a mantener sus puertas abiertas y ayudar a los nuevos proveedores a comenzar. 

“Siento que es un tema popular en este momento,” dijo Esch, pero le preocupa cuándo el cuidado de niños dejará de ser una “moda”. Dijo que se han creado muchas oportunidades de financiación en los últimos dos años, pero “no sé si la financiación seguirá existiendo en cinco años.”

El gobernador Jared Polis promulgó el proyecto de ley Universal Preschool (UPK) de Colorado el año pasado. UPK es un programa voluntario, que ofrece a las familias con niños de 4 años hasta 15 horas gratuitas de preescolar (y más horas gratuitas para niños elegibles) por semana en los programas participantes. Los niños de tres años con factores de calificación pueden obtener hasta 10 horas gratis por semana. El programa comenzará este otoño. Del 17 de enero al 24 de febrero, las familias podían inscribirse en hasta cinco programas para sus hijos.

Todos los proveedores de recursos y cuidado infantil con los que hablamos para esta historia coinciden en que es demasiado pronto para saber cómo UPK cambiará el cuadro local del cuidado infantil. Esch dijo que le preocupan los conceptos erróneos que rodean al programa—especialmente cuando se trata de la capacidad real en el valle.

“Si ya está inscrito [en un programa de primera infancia], entonces tiene mayor prioridad para ir a ese programa [a través del portal UPK],” dijo Esch. “Por lo tanto, las familias que no tienen cuidado infantil porque no pueden pagarlo automáticamente comienzan con una prioridad más baja para ingresar a los programas que seleccionan.”

 

Familiares, amigos y vecinos ayudan a cubrir la brecha

Otra alternativa común a los proveedores con licencia, pero que a menudo se pasa por alto en los estudios e informes, es el uso de familiares, amigos y vecinos, también llamados FFN (por sus siglas en inglés), para ayudar a cuidar a los niños. La Evaluación Regional de la Industria del Cuidado Infantil del Consejo de Gobiernos del Noroeste de Colorado de 2021 señaló que, según la Campaña Infantil de Colorado, casi el 50% de los niños en todo el estado, incluidos los niños en edad escolar, son cuidados en entornos informales sin licencia.

Los proveedores FFN tienden a ofrecer una opción más económica y, al mismo tiempo, responden a una necesidad cultural o lingüística que prefieren algunas familias.

“Las familias pueden encontrar un proveedor que hable el mismo idioma que hablan en casa con su familia,” dijo Emily Santich, analista de investigación del Instituto de Salud de Colorado. “No creo que debamos pasar por alto el valor que los proveedores FFN también aportan a este espacio. Y especialmente en lo que se refiere a las cualidades del cuidado infantil que las personas de color podrían estar buscando en un proveedor.”

Valley Settlement ha capacitado a casi 80 proveedores de FFN desde el 2017 a través de su programa de dos años, que incluye sesiones de salud y seguridad, así como instrucción sobre habilidades de enseñanza en lectura y desarrollo del lenguaje.

“Originalmente notamos que a veces los niños que traían a El Busesito no los traían los padres sino los cuidadores del vecindario”, indicó Boughton.

Early Childhood Network de Glenwood Springs ha estado capacitando a los proveedores de FFN en el transcurso de un programa de capacitación de dos años dirigido especialmente a aquellos ubicados entre New Castle y Parachute.

Una de ellas es Norma Álvarez, quien vive en Rifle. Ella ha estado involucrada con la Red de la Primera Infancia (Early Childhood Network) durante aproximadamente dos años. Recibe regularmente visitas de una capacitadora que responde a sus preguntas, y está tomando un curso de 16 semanas sobre el desarrollo del cerebro infantil y cómo abordar y hablar mejor con los niños con la red.

Álvarez no es nueva en el cuidado infantil. Trabajó en la primera infancia en México antes de mudarse a los Estados Unidos hace unos 20 años. Desde entonces ha seguido cuidando niños. Sus servicios de cuidado infantil se difundieron rápidamente de boca en boca. “Poco a poco, algunas mujeres comenzaron a pedirme que cuidara a sus hijos, primero por unas horas, pero luego por días enteros,” dijo a través de un intérprete.

Cuando llegó a Colorado, primero vivió en Carbondale durante aproximadamente un año antes de mudarse a Silt debido al alto costo de la vivienda en el valle. Vivió allí durante 10 años antes de ubicarse finalmente en Rifle, donde ha vivido durante los últimos ocho años. 

Álvarez cuida a un niño (y a veces dos si una familia necesita su ayuda ocasionalmente) cuya familia vive en la ciudad. Dijo que sus tarifas son flexibles, pero que en realidad no se gana la vida con eso. “Es un ingreso extra” para la familia, dijo.

Como proveedora FFN, Álvarez dijo que una de sus ventajas es que puede brindar una atención más personalizada. “En mi experiencia, los padres están muy agradecidos de que los niños que he tenido en mi casa se hayan convertido en parte de mi familia,” dijo Álvarez. “Los niños caminan libremente, bajo mi atenta mirada, pero ellos [los niños] dicen: ‘mi casa’, ‘la casa de Norma es mi casa.’”

Agregó que a veces los niños de la comunidad latina están perdiendo el español porque hablan inglés en la escuela y es posible que los padres no tengan suficiente tiempo cuando regresan del trabajo para ayudarlos a practicar su español. Por lo tanto, tener un proveedor que hable el idioma y conozca la cultura y la comida es atractivo para algunos padres.

Álvarez ha pensado en obtener una licencia, pero dado que ha estado cuidando a un solo niño y ocasionalmente a dos, piensa que no vale la pena, ya que necesitaría hacer algunas modificaciones en su casa. En Colorado, los proveedores pueden cuidar hasta cuatro niños sin licencia, siempre y cuando no más de dos de los niños sean menores de 2 años.

 

“No somos niñeras”

Aunque la profesión ha ido siendo más valorada por las familias y la sociedad en general, el informe del CECE aún destaca la falta de consideración que a veces sienten los proveedores de cuidado infantil. Un proveedor dijo en la encuesta de CECE: “¡La gente necesita saber que no somos niñeras!”

Fuller estuvo de acuerdo. “Tenemos que pasar por un largo proceso para obtener licencias, verificaciones de antecedentes y también tenemos que pasar por mucha educación y educación continua cada año,” dijo. “Simplemente no creo que sepan la cantidad de tiempo en la escuela que se necesita para continuar esta carrera. Simplemente no creo que las familias sean conscientes de eso.” 

Melnick compartió un sentimiento similar: “Hay cierta falta de educación sobre de qué se trata realmente el cuidado infantil,” mencionó. “No es sólo un lugar donde los padres pueden dejar a sus hijos para irse a trabajar. No es una guardería. No es un servicio de niñera. … Estamos formando a estos niños para que se conviertan en estudiantes exitosos.”

Los estudios han demostrado que la educación de alta calidad en la primera infancia da como resultado mejores resultados más adelante en la vida—en educación, salud, sociabilidad, productividad económica y reducción del crimen.

Esch dijo que cada semestre les dice a los proveedores que son maestros y educadores, no niñeras. “Al final de la clase, hacemos evaluaciones y son como ‘Empecé como niñera y terminé como educadora’.”

Esta historia es la segunda parte de una serie que examina el panorama del cuidado infantil en los valles de Roaring Fork y Colorado River. En la primera historia, observamos el panorama desigual de la primera infancia en toda la región y su limitada capacidad de personal con licencia.

Aspen Journalism es una organización de noticias sin fines de lucro e independiente. Para obtener más información, visite www.aspenjournalism.org

Tags: #Aspen Journalism #cuidado de niños #Edgar Barrantes #Laurine Lasalle
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