Recientemente en este espacio hemos conocido las inspiradoras historias de miembros de nuestra comunidad; en esta ocasión la historia no se trata de una persona sino de un grupo de aproximadamente ochenta a cien inmigrantes provenientes en su mayoría de Venezuela.
Este grupo llegó silenciosamente al valle de Roaring Fork, más específicamente a Carbondale al parecer antes de julio del presente año, pero su historia no empezó ahí.
Por las últimas décadas, decenas de miles de personas de centro y Sudamérica han emigrado a los Estados Unidos por diversas razones que van desde la mala economía, violencia, inseguridad, falta de oportunidades tanto laborales como educativas en nuestros países de origen, lo cual ha resultado en una crisis humanitaria que va en aumento.
Un país que se ha visto afectado de manera especial es Venezuela, es por eso por lo que cada día más y más venezolanos están prácticamente huyendo de su país en busca de mejorar sus condiciones de vida.
Aunque cada migrante tiene su historia única y la decisión particular de emigrar es individual; los venezolanos, influenciados por una combinación de factores que la nación actualmente enfrenta, han estado emigrando en grandes grupos. Uno de estos grupos llegó a vivir a este pequeño valle. Muchas son las adversidades que enfrentaron para llegar hasta aquí, su deseo es establecerse en este lugar, todo con la esperanza de un futuro mejor. Hasta hace unos días estos nuevos vecinos pasaron inadvertidos mientras trataban de sobrevivir.
Este es un fenómeno que no se había visto antes aquí y definitivamente las autoridades locales no estaban preparadas para recibir y albergar a todas estas personas. Afortunadamente, la organización Voces Unidas de las Montañas tomó la iniciativa de reunir al grupo, y de nombrar entre ellos a representantes con el fin de conocer sus necesidades para poder con la ayuda de diferentes organizaciones locales y de toda la comunidad, ayudar a nuestros nuevos vecinos.
A corto plazo las necesidades básicas son tener acceso a un albergue, baños, regaderas, lavandería. También necesitan agua, comida lista para comer ya que no tienen acceso a cocinar, ropa adecuada para el frío, productos higiénicos, trabajo, además muchos de ellos necesitan atención médica urgente.
Me gustaría aprovechar este espacio para invitar a la comunidad a ser hospitalarios con nuestros nuevos vecinos, algunos de ellos han expresado haber recibido discriminación y un trato negativo.
Las personas sin hogar son de por sí estigmatizadas, pero cuando además son latinos son doblemente afectados, esto hace que su condición sea aún más difícil. Esta es una excelente oportunidad para dejar atrás la discriminación étnica, para dejar de lado las diferencias culturales, para ser empáticos y mostrar compasión.
Tal vez está fuera del alcance de muchos de nosotros poder ayudar con vivienda o trabajo, pero hay cosas muy prácticas que todos podemos hacer, especialmente los que vivimos en Carbondale y nos los encontramos en algún lugar público.
Estas son algunas ideas cosas que seguramente todos podemos hacer. Si no está en su posibilidad cocinar para un grupo grande, tal vez puede pagar la cuenta de alguno de ellos en la gasolinera o la tienda. Invitarle un sándwich o una bebida a alguien es un acto pequeño que puede hacer un gran impacto en la vida de otra persona.
Hay cosas tan pequeñas y prácticas que todos podemos hacer, como mirar a las personas a los ojos, regalarles una sonrisa, o un saludo, eso no nos cuesta nada y puede ser muy grato para quien lo recibe.
Entablar una conversación es otra forma de marcar una diferencia. Escuchar sus historias, ofrecerles una palabra de aliento. También podemos darles información acerca de cómo es la vida en el valle, de cómo funciona el transporte público, o de cómo y dónde tener acceso a servicios médicos o cualquier información de organizaciones locales o de los servicios sociales que tenemos disponibles. Haciendo esto podemos ayudarlos a adaptarse más rápidamente a este lugar y aminorar las dificultades que enfrentan.
Además, claro está, se puede ayudar haciendo donaciones y ofrecerse como voluntario en las organizaciones que les están brindando apoyo.
Cada persona y situación son únicas, recordemos que es importante que sigamos siendo una comunidad que se solidariza con las personas que nos necesitan, que muestra empatía y respeto, que es sensible a la situación que las personas sin hogar enfrentan.
¡La verdadera fuerza de una comunidad radica en su capacidad de comprender y cuidar a los más vulnerables! Mahatma Gandhi
Si usted está interesado en colaborar puede ir al sitio web de Voces Unidas de las Montañas y hacer clic en el enlace para conocer las formas de ayudar. www.vocesunidas.org/post/how-to-help-the-unhoused-latino-group-in-carbondale