Calandria Cejas Naranjas. Foto por Shep Harris.

Por Mary Harris, Roaring Fork Audubon
Traducción por Dolores Duarte

La migración más grande de animales en el mundo está llegando a Norteamérica. Una parte de esta migración pasará justo por el Valle Roaring Fork; y para nuestra suerte, muchos se quedarán a reproducirse, ¡la mayoría de ellos regresan al mismo sitio del hábitat donde nacieron!
La migración de las aves es una de las grandes maravillas del mundo natural. Aproximadamente una de cada cinco especies de aves migra. Nuestro diminuto colibrí de cola ancha, procedente del sur de México, y el gran halcón Swainson, que regresa de su hogar invernal en las pampas de Argentina, son algunos de los muchos que vienen a crear nuevas generaciones en nuestro valle.
Estos viajes épicos son nada menos que asombrosos; es una hazaña casi increíble de resistencia, fuerza y vigor. Considera lo improbable de que una diminuta curruca de un tercio de libra encuentre con seguridad su lugar para anidar después de volar miles de kilómetros y desafiar tormentas y depredadores, solo para hacer el viaje de vuelta unos meses después.
El viaje se realiza para la tarea crucial de reproducción. Deben migrar para darse un festín con la explosión de riquezas que proporcionan nuestros veranos nórdicos. Estas currucas comen insectos desde el amanecer hasta el atardecer, reuniendo alimentos para formar una familia y, con suerte, suficiente energía para el viaje de regreso.
Imagina nuestros bosques sin estas aves trabajadoras que consumen vorazmente los insectos que pueden amenazar las plantas nativas. Cuidan nuestras plantas nativas controlando los insectos, polinizando y reproduciéndose para mantener todo en equilibrio. Son nuestros jardineros naturales.
Las aves migratorias siguen rutas establecidas que incluyen hábitats para detenerse, descansar y reabastecerse a lo largo del camino. Muchas aves diferentes comparten rutas similares, creando “superautopistas” de aves en todo el mundo.
Uno de los mayores misterios de la migración es cómo las aves encuentran su camino. Estudios científicos sobre diversas especies de aves revelan varias técnicas diferentes de navegación de las aves.
La American Bird Conservancy muestra algunos de estos métodos:
Sensación magnética. Muchas aves tienen sustancias químicas o compuestos especiales en sus cerebros, ojos o picos que les ayudan a percibir el campo magnético de la Tierra. Esto ayuda a las aves a orientarse en la dirección correcta para los viajes largos, como una brújula interna.
Mapa geográfico. Debido a que las aves siguen las mismas rutas migratorias año tras año, su aguda capacidad de visión les permite trazar un mapa de su viaje. Las diferentes formas del terreno y las características geográficas, como ríos, costas, cañones y cordilleras, pueden ayudar a las aves a seguir la dirección correcta.
Orientación de los astros. Los migradores nocturnos utilizan la posición de las estrellas y la orientación de las constelaciones puede proporcionarles direcciones de navegación necesarias. Durante el día, las aves también utilizan el sol para navegar.
Rutas aprendidas. Algunas especies de aves, como las grullas y los gansos de la nieve, aprenden las rutas migratorias de sus padres y de otras aves adultas de la bandada. Una vez aprendidas, las aves más jóvenes pueden recorrer la ruta con éxito por sí mismas.
Los grandes migradores, como halcones y águilas, pueden utilizar las corrientes térmicas diurnas como ayuda, pero la mayoría de los pájaros cantores deben viajar de noche para evitar a los depredadores y mantenerse frescos mientras vuelan.
Aunque estas habilidades facilitan la migración, el viaje es peligroso. Se calcula que más del 60% de algunas especies de aves nunca completan una migración de ida y vuelta. Además, nuestras aves se enfrentan a tantas amenazas causadas por el ser humano en el camino, que es increíble que lo consigan.
Es una época difícil para ser un ave. En los últimos 60 años, hemos perdido un tercio de nuestras aves. Entre los muchos peligros causados por el hombre están la pérdida de paradas críticas para reabastecerse debido a la destrucción del hábitat, luces nocturnas, ventanas, molinos de viento, pesticidas y los depredadores al aterrizar.
Las ventanas suelen ser invisibles para las aves, y las colisiones mortales se producen con una regularidad aterradora. Estas colisiones alcanzan hasta un billón de muertes de aves en los Estados Unidos cada año.
Al aterrizar, las aves migratorias deben tener cuidado con los depredadores naturales, gatos domésticos y salvajes. Los gatos callejeros amenazan a las aves de todo el mundo. Se introdujeron en Estados Unidos hace varios cientos de años y ahora son la mayor amenaza causada por el hombre para las aves, ya que matan aproximadamente 2.4 billones de aves silvestres cada año.
Las dos primeras semanas de mayo son la época de más llegada de aves. Cada una de ellas se instala afanosamente en su hábitat preferido de pinos y enebros, álamos, abetos, riberas, humedales, praderas, matorrales, incluso por encima de la línea de árboles.
Nuestras aves nativas necesitan voces fuertes para la conservación y restauración de los hábitats, y los que tienen agua disponible son especialmente importantes a medida que nos enfrentamos al cambio climático. Habla con tu familia, tus amigos y tus funcionarios para que promuevan códigos de construcción que eviten la colisión con las ventanas y leyes de control de mascotas. “Si cuidas de las aves, cuidas la mayoría de los grandes problemas del mundo,” dice el Dr. Thomas Lovejoy; y estoy de acuerdo.
Sal a la calle y disfruta de la magia de las aves en nuestras montañas con un nuevo aprecio por el épico viaje que hicieron para llegar hasta aquí. Puesto que la mayoría de nuestras aves migratorias llegan desde América Latina: ¡Disfruta la primavera con tus pájaros!