Por Jacquelinne Castro
Sopris Sun Corresponsal
Marta y Estela Serrano son dos hermanas, originarias de Belin Usulután, El Salvador, quienes llegaron a Carbondale en el año 2000. Con su padre residiendo en el área, Marta y Estela lograron encontrar un lugar donde poder plantar un pedazo de El Salvador, con un gran deseo de alcanzar a hacer un impacto en la cultura Salvadoreña y ser capaz de ofrecer a Carbondale un poco de su país.
En el 2007, invitadas por Amy Kimberly de Carbondale Arts, Marta y Estela comenzaron a participar en Mountain Fair. El sueño de ofrecer la comida típica de El Salvador fue lo que las motivó a participar en el evento anual de Mountain Fair. Primeramente, para poder presentar su comida en el festival, tuvieron que pasar por una prueba y ser examinadas por un comité. La comida típica Salvadoreña fue un gran éxito y lograron entrar. Ya con turistas que visitan de otras partes para saborear los platillos del festival, las ricas pupusas se hicieron una tradición. Fueron presentadas anualmente para satisfacer a les visitantes de Mountain Fair.
Al ver el éxito que la comida típica salvadoreña dejaba en Carbondale, se comenzó el proyecto en el 2014 de abrir un restaurante. Con tres años de construcción y esfuerzo y una larga espera, lograron abrir La Fogata en el 2016. La familia comenzó el restaurante desde cero, con la instalación nueva del equipo de cocina y remodelaciones para crear un ambiente cálido. El nombre “La Fogata” se vio inspirado por un restaurante que a menudo solían visitar en Houston, Texas.
Marta contó que no fue fácil, con muchas dificultades en el camino, pero gracias al esfuerzo laboral de la familia, esposos carpinteros, y “ángeles en el camino,” alcanzaron la meta y finalmente pudieron abrir sus puertas. Al comienzo, les dificultó agregar más que pupusas al menú. Marta contó cómo después de una semana de la apertura, no sabían qué otros platillos agregar. Eventualmente, como familia, decidieron hacer un menú con recetas familiares.
El menú consiste en platillos y recetas de familia, con una gran variedad. Desde pupusas, hasta burritos y enchiladas. Pero también expanden sus servicios de comida a platillos solicitados así como hamburguesas, mariscos y hasta desayunos. La Fogata también ofrece antojitos salvadoreños como yuca frita con chicharrón y plátanos. Marta nos contó que su platillo favorito es la mojarra asada.
El alcance del restaurante es poder servir con consistencia y calidad, ofrecerle al cliente un platillo que diga valga la pena la espera. Marta se enfoca en servir su comida lo más saludable posible, con platillos con poco aceite y pocas cantidades de condimentos, además también de una gran variedad de platillos con vegetales, incluyendo también servir comida fresca, hecha en el momento. Marta también destaca que el logo del restaurante es “servir como si fuera nuestra familia,” empeñándose en ofrecer consistencia para alcanzar a satisfacer al cliente, es la meta del restaurante poder destacarse entre la comunidad y en servir comida de calidad.
Durante la pandemia, La Fogata también se vio muy afectada, con ventas disminuyendo. Sin embargo, Marta también explicó que “Gracias a Dios, hemos salido a flote.” Una gran ayuda para el restaurante fueron las órdenes para llevar, lo cual el restaurante ve mucho muy a menudo por servir grandes cantidades de pupusas, con clientes ordenando pedidos grandes para llevar a la familia. Algo que también les ayudó fue el préstamo que el gobierno ofreció a través del “Payment Protection Program.” Marta explicó que, aunque fue muy duro, lograron sobrevivir y “ya pasó lo más difícil, y hay que seguir.”
La Fogata tiene planes de expandir en el futuro, con permisos ya en proceso de agregar una barra y extender la selección de alcohol. También esperan engrandecer el área de servicio, expandiendo el área de comer, y agregar también un menú electrónico.
Actualmente La Fogata está abierta todos los días de 10 a.m. a 9 p.m. ofreciendo comida tradicional de El Salvador. Se puede contactar llamando al 970-510-5151.