Al no artista - Vanessa Porras

Unos de mis sueños es poder ver arte que represente a nuestra comunidad latina. Me gustaría ver arte que muestre lo colorido que es ser latino. Quiero ver arte que me recuerde a mi niñez en México, a los juegos y las tradiciones que deje atrás al llegar a este país.

Quiero ver arte que me haga sentir el mismo alivio que siento al encontrarme a un paisano y sentir que es familia. Espero algún día poder entrar a galerías y ver placas con la misma cantidad de nombres latinos a nombres americanos. Me gustaría poder ver una representación verdadera de nuestra comunidad.

De las pocas veces que me ha tocado ir al sur de México, me he quedado boquiabierta al ver las hileras de casas. Colores tan brillantes que se ven desde la luna. Las calles llenas de tendederos de artistas indígenas vendiendo recuerditos y pinturas de paisajes. Tejidos, canastas, cazuelas y tazas de barro, alebrijes y la lista continúa. Los bailes, la música, la ropa y, pues la comida no se diga, es arte gastronómico.

Hay una diversidad tan grande de latinos en este pequeño valle. Habemos Mexicanos, Centroamericanos y Sudamericanos. Cada país y cada región dentro de ese mismo país son tan diferentes unos de los otros y al mismo tiempo tan iguales. Así que es confuso pensar, ¿dónde quedo el arte? ¿Dónde ha quedado la cultura y los colores? 

La mentalidad del inmigrante y la necesidad de subsistir en tierras desconocidas nos ha robado la alegría de crear. Hemos convertido el arte en un lujo. Veo a mis padres y a muchos otros inmigrantes que solo tienen en mente el trabajo. Entiendo la necesidad de proveer pero entonces, ¿dónde trazamos la línea entre la lucha de sobrevivir y prosperar?

Cuando pienso en el latino, pienso en gente ingeniosa, gente que siempre encuentra una solución a los problemas. En México se dice, “hacer las cosas a la mexicana”. Esta frase comúnmente se ha usado bajo un contexto negativo, como cuando alguien hace las cosas a la ligera o a lo barato. Pero cuando pienso en esta frase, pienso en la firmeza de carácter de alguien que no está dispuesto a darse por vencido.

Hace algunos años, visité el museo de arte de Denver para ver la exhibición “Mi Tierra”. Ramiro Gomez fue uno de 13 artistas que crearon obras para este show. Sus pinturas, algo no-ortodoxas, eran acrílico pintado en cuadros de cartón extendida. Una de sus obras se llamaba “Lupita” y era la silueta de una mujer llamada Lupita que era la conserje de ese mismo museo. 

La intención de Gomez fue hacer a que gente como Lupita, aparentemente invisible, fuera visible. A través de esta obra, vi a mi abuela, vi a mi mamá y a mis tías. Unos años después, vi la exhibición de Abraham Cruzvillegas en el museo de arte de Aspen llamado, “Hi, how are you, Gonzo?”

Las obras de Cruzvillegas eran mayormente skis, rejillas, cajas y objetos descartados, en pocas palabras basura, que luego se usaron para crear un comedor completo con sillas y otras obras. Sus esculturas efímeras, reflejaban las soluciones arquitectónicas que desarrolló de niño y que muchas familias pobres tienen que construir por necesidad. 

Armando Silva, el muralista de la exhibición, “Identidad y Libertad” por medio de Carbondale Arts, me contó que una de las razones por las cuales comenzó a dibujar de niño era porque su familia no tenía dinero para ciertos lujos, así que él dibujaba las marcas de zapatos y ropa que él quería haciéndose la ilusión de tenerlos. En esa misma exhibición, Tony Ortega, exhibió un grabado de vaqueros y amas de casa en recibos de Western Union en vez de papel.

Abandonar el arte es abandonar nuestra cultura. Como en el caso de Lupita, intentamos camuflajearnos a nuestro nuevo ambiente a tal grado que nuestra gente se convierte en invisible. Como luego dicen, cuando nos dan el asiento en la mesa, nos damos cuenta que también hemos perdido nuestra voz.

Tenemos que salir del modo de sobrevivencia y empezar a prosperar y hacer mucho relajo en el proceso. Hay oportunidades donde las buscas y excusas también. Al no artista, te invito a que busques tu expresión creativa y hagas una fiesta. Hay que salir y apoyarnos mutuamente ya que en la unión está la fuerza.