Beatriz Soto

Por Beatriz Soto

En Defiende Nuestra Tierra estamos muy emocionados de colaborar con el Sol del Valle. Reconocemos que es de gran valor para toda nuestra comunidad y nuestra democracia, que la gente de habla hispana pueda recibir información local y estatal relevante en nuestro idioma. En esta columna hablaremos de temas relacionados con nuestras tierras públicas, el cambio climático, la justicia ambiental y la interseccionalidad de estos temas con los muchos otros temas que afectan a nuestra comunidad Latina. En el Valle Roaring Fork y del Río Colorado, como en todo el estado de Colorado, estos son temas de suma importancia. Por ende, sabemos lo crucial que es que nuestra comunidad esté bien informada y listos para participar y opinar en estos temas. Esperamos que la información que compartamos por este medio le ayude a platicar con sus hijos en sus proyectos de la escuela, con sus vecinos cuando existan cambios en nuestra colonia y a votar de manera informada cuando existan propuestas de ley en relación a estos temas.
La semana pasada, un número de latinos en nuestra comunidad participamos en la Semana inaugural de Abogacía Latina a nivel federal. El objetivo de la semana fue “apoyar a comunidades, organizaciones, familias e individuos latinos a que sean defensores de sí mismos y en sus propias comunidades en torno a los problemas que afectan nuestra vida diaria.” Como directora de Defiende Nuestra Tierra para Wilderness Workshop, quería asegurarme que nuestros funcionarios electos a nivel federal sepan que proteger las tierras públicas y sus ecosistemas, tener acceso a agua potable y tomar acción climática (sobre todo con los incendios forestales de los años pasados que afectaron a tantos en nuestros valles) es una prioridad para la comunidad latina en el oeste de Colorado.
Nuestras tierras públicas y la conexión con la madre tierra son una parte importante de nuestra identidad y cultura y crean una narrativa de la diversa y compleja historia de nuestra nación y nuestra gente. Estos lugares, todos los cuales son tierras ancestrales indígenas, preservan nuestro patrimonio cultural compartido, brindan espacios para el bienestar emocional y la recreación, son una parte integral de nuestra economía y son donde tradicionalmente pasamos tiempo con la familia y los amigos. Nos encanta recrear en las presas, pescar y la carnita asada en el bosque.
Sin embargo, los estudios científicos muestran que las comunidades latinas en todo nuestro estado, el país y a nivel global están sufriendo de manera acumulada los impactos económicos y de salud de la mala calidad del aire y el agua, y sufren consecuencias desproporcionadas de calor extremo, incendios forestales, sequías y otros impactos de la crisis climática. Con los latinos a punto de convertirse en el 30% de la población de los Estados Unidos para 2050, lo que ya ha sucedido en los condados de Eagle y Garfield, continuaremos experimentando estas graves consecuencias de un planeta que se calienta a un ritmo desigualado.
Científicos han descubierto que el 30% del planeta debe estar protegido para el 2030 para hacer frente a las crisis de pérdida de biodiversidad y poder enfrentar el cambio climático; esta inspiradora propuesta global es comúnmente conocida como Treinta para el Treinta (30×30). Las tierras públicas, que abarcan aproximadamente un tercio del territorio y aguas en los Estados Unidos, serán cruciales para formar una red nacional de tierras y aguas protegidas, uniendo grandes tramos de territorio silvestres con parques más pequeños administrados localmente, cinturones verdes, ranchos y tierras agrícolas entre otros proyectos de conservación impulsados por la comunidad.
La intención de 30×30 es que sea una estrategia de conservación multifacética impulsada y diseñada localmente que creará más oportunidades para que las personas se involucren y orienten la toma de decisiones sobre cómo proteger la naturaleza más cercana a sus comunidades, ya sea en el centro de Los Ángeles o en zonas rurales de Colorado. Pero es necesario centrar todos los esfuerzos de conservación de 30×30 en la equidad.
Estos esfuerzos deben respetar la soberanía de los pueblos indígenas y nativo americanos e incorporar su conocimiento ancestral a la conservación del territorio; nuestras comunidades latinas también deben estar incluidas para fomentar nuestros valores y prioridades para la administración de la tierra y el agua. El fuerte apoyo a favor del clima y la conservación de la base electoral latina puede ser fundamental para proteger las tierras y las aguas durante la próxima década, pero solo si integramos las voces de los indígenas, afroamericanos, latinos y todas las comunidades de color, que histórica y sistemáticamente han sido excluidos de la toma de decisiones sobre tierras públicas.
Beatriz Soto es la Directora de Defiende Nuestra Tierra para Wilderness Workshop. Ella es originaria de Chihuahua, México, y madre de su hijo que es primera generación de Colorado. Ella y su familia viven en New Castle.